El aparato de injerencias ruso acusa a EE.UU. de instigar el ataque
▶La campaña de desinformación liderada por el canal RT señala a Ucrania, la CIA, el FBI y la OTAN ▶Jornada de duelo en Rusia para recordar a las 137 víctimas mortales del atentado, según el último balance
Horas después de que los terroristas mataran a 137 personas –según el último balance– en una sala de conciertos de Moscú, con las detenciones e interrogatorios aún en curso, Margarita Simonián, directora del medio estatal ruso RT, difundió un mensaje a través de Telegram, alcanzando inmediatamente a más de 1,2 millones de personas. En ese mensaje, esta estrecha aliada de Vladímir Putin desmentía la implicación de Daesh (Estado Islámico), señalaba a Ucrania como responsable y precisaba que le asistía una coalición de varios grupos, igualmente notorios: «No es Daesh, es un equipo coordinado de otras siglas, también ampliamente conocidas».
Las siglas circularon abundantemente este fin de semana en los medios estatales rusos y fueron difundidas por sus empleados en todo el mundo en sus perfiles de redes sociales. El sábado, Manuel Hernández Borbolla, empleado de RT en México, desgranó en la red social X en más detalle aquellas siglas a las que su jefa se refería: «Reportan que [Daesh] se adjudicó el atentado en Moscú. Igual que el atentado en Irán. No tan casualmente, Daesh ataca siempre a los enemigos de EE.UU. y la OTAN. Contexto: el Estado Islámico es invención de la CIA, el Mossad y el MI6».
Las mismas dudas sembró la española Helena Villar, empleada de RT en Washington, quien afirmó en X que Daesh curiosamente nunca ataca en EE.UU. Lo cierto es que Daesh Jorasán, brazo afgano de los yihadistas, mató a 13 soldados americanos y más de 100 civiles en un atentado durante la evacuación de Kabul en agosto de 2021. También ha decapitado a periodistas estadounidenses, como James Foley.
El mensaje de Simonián marcó el comienzo de una intensa campaña de desinformación por parte de la propaganda rusa, focalizada en una compleja red de siglas asociadas a Ucrania, incluyendo la CIA, el FBI y la OTAN, e implicando a los grandes aliados de EE.UU. RT, que emite sobre todo por medio de internet tras haber sido sancionada a ambos lados del Atlántico, se apresuró a entrevistar a todo tipo de expertos que apuntaron a esas misteriosas siglas y a esas agencias de Inteligencia como colaboradores necesarios en un ataque que atribuyen a Ucrania.
Por ejemplo, el analista Pablo Jofré Leal dijo a RT que detrás del ataque posiblemente se encuentran «los servicios de Inteligencia de los enemigos de Rusia». El español Jorge Verstrynge, que fue diputado en Cortes, fue entrevistado para expresar que «pueden ser perfectamente los ucranianos y pueden ser perfectamente los servicios secretos de países de la OTAN». El brasileño Carlos Alberto Almeida culpó a algunos dirigentes de la OTAN, que «habían insinuado previamente que algo podría ocurrir» en Rusia.
Varios precedentes
Es una técnica ya probada en el pasado. Cuando un misil ruso derribó el vuelo MH17 en julio de 2014, la propaganda rusa se apresuró a difundir todo tipo de teorías a cada cual más improbable para exculpar a Putin. Lo mismo sucedió con el envenenamiento del espía Serguéi Skripal en 2018 o con los motivos para iniciar la invasión militar de Ucrania, a la que la propaganda rusa sigue refiriéndose como «operación de desmilitarización y desnazificación». Putin ya dejó entender en sus intervenciones que habría represalias en Ucrania por este atentado reivindicado por los islamistas.
En prevención de esta campaña de intoxicación, el Gobierno de EE.UU. emitió el 7 de marzo una alerta pública por medio de su embajada en Moscú para que los estadounidenses en Rusia no acudieran a lugares de gran con
currencia o conciertos por el riesgo de atentados. Antes, Washington había advertido a Moscú y a Irán de que sus servicios de Inteligencia habían captado en escuchas que la rama afgana de Daesh se disponía a atacar en ambos países, como acabó ocurriendo. Un ataque en enero en Irán provocó alrededor de un centenar de muertos, y el de Moscú del viernes mató a al menos 133 personas, incluidos niños.
Medios sancionados
Mientras Putin apuntó a Ucrania en su alocución el sábado, no pocos portavoces del Kremlin acusaron a EE.UU. de participar en un intento de ocultar las verdaderas responsabilidades. María Zajarova, portavoz diplomática rusa, dijo que «lo más importante es que las autoridades estadounidenses no olviden cómo su entorno informativo y político vinculó a los terroristas que tirotearon a la gente en Crocus City Hall con la organización terrorista Daesh».
Ante la rapidez de EE.UU. en atribuir la autoría a Daesh, el Kremlin ya parece haber concluido que la responsabilidad es de Ucrania, lo que justifica la guerra que Putin comenzó en 2022 y que ya se ha cobrado la vida de 10.500 civiles, 31.000 soldados ucranianos y más de 355.000 soldados rusos.
Aunque los medios de propaganda estatal RT y Sputnik fueron sancionados por los aliados de la OTAN por su difusión de desinformación durante la invasión de Ucrania, sus empleados siguen operando en los continentes europeo y americano. Tras el atentado en Moscú, se dedicaron a sembrar dudas sobre la autoría del ataque, apuntando también a Ucrania y a su alianza con EE.UU. En meses recientes, Rusia ha creado nuevos medios y plataformas, y ha intensificado su presencia en países con gobiernos aliados como México.
Según un informe de este sábado del Instituto Robert Lansing para Estudios sobre Amenazas Globales y Democracias, con sede en EE.UU., «desde 2016, la propaganda rusa ha estado promoviendo activamente desinformación que vincula a Daesh y Al Qaida con EE.UU., alegando sin fundamento que Washington respalda a estos grupos rebeldes. Ahora, Moscú busca aprovechar el ataque terrorista en el recinto de conciertos Crocus City Hall antes de las elecciones presidenciales de EE.UU. para acusar a la administración en Washington de apoyar a terroristas».
Tras las advertencias de EE.UU. hace dos semanas, el 19 de marzo, en una de sus últimas comparecencias públicas, Putin tachó las advertencias estadounidenses de «provocación», diciendo que se le antojaban un «chantaje descarado» con la intención de intimidar y desestabilizar la sociedad rusa.
En la jornada de duelo de ayer, dos de los sospechosos del atentado comparecieron a última hora ante un tribunal ruso para enfrentarse a cargos de terrorismo, según informaron las agencias de noticias estatales.
Las autoridades rusas siguen sin mencionar la reivindicación del grupo yihadista del atentado contra la sala de conciertos