Córdoba pasa el umbral de reservas hídricas óptimo y entra en normalidad
▶El pantano del Guadalmellato, su referencia, se sitúa ya por encima de los 75 hectómetros cúbicos requeridos; San Rafael de Navallana tiene casi 90
La situación de los pantanos cordobeses está mejorando poco a poco; sobre todo, la de los que abastecen a la capital, y en concreto, el embalse del Guadalmellato, que se encuentra, a día de hoy, con un volumen envasado por encima del nivel de prealerta por sequía, que está fijado en 75 hectómetros cúbicos, según el Plan Especial de Sequías de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir, el umbral para la Normalidad en el Abastecimiento de Córdoba.
Las precipitaciones acumuladas por la irrupción de varias borrascas a lo largo del pasado invierno han sido las responsables de los registros contabilizados, que han llegado a sumar desde el 22 de diciembre de 2023 hasta la pasada semana más de 228 litros por metro cuadrado (en el Aeropuerto de la capital), según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología.
Estas lluvias casi triplican a las registradas durante el mismo periodo estacional del pasado curso 2022/2023: entonces cayeron un total de 80,6 litros por metro cuadrado en los casi tres meses del periodo invernal.
A estos guarismos se suman las lluvias caídas a lo largo del pasado domingo y hay que esperar aún más agua: la que llenará los pantanos a lo largo de la Semana Santa, con una previsión de tiempo inestable y con precipitaciones. De hecho, la Aemet ya ha anunciado que los chubascos no van a remitir durante las próximas jornadas.
Así, según el informe diario de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el volumen envasado en el embalse de Guadalmellato -el principal que abastece a la capital- alcanza los 75,847 hectómetros cúbicos (el 51,75 por ciento de su capacidad), mientras que el de San Rafael de Navallana llega a los 89,757 hm3 (57,37%).
En cuanto al resto de pantanos de la provincia, el de Yeguas, con 228,7 hectómetros cúbicos de capacidad, se encuentra al 42,09%. Martín Gonzalo, por su parte, acumula 20,4 hectómetros cúbicos de capacidad (36,78%), más o menos igual que el Arenoso, que está al 36,31%.
Vadomojón, por su parte, está al 15,41%, con 145,9 hectómetros cúbicos de capacidad, y Guadanuño al 96,36% (1,6 hm3). En la zona norte, el embalse de Sierra Boyera tiene 39,4 hectómetros cúbicos (está al 13,99), y Puente Nuevo, con 281,2 hectómetros cúbicos de capacidad, se encuentra al 16,19 por ciento.
La Breña llega al 17,49% (823,4 hectómetros cúbicos); Bembézar se acerca al 20%, con 327,9 hm3, e Iznájar, el más grande de Andalucía con sus 920,2 hectómetros cúbicos de capacidad, se encuentra al 22,60%.
La situación de la cuenca en la provincia cordobesa es halagüeña: el volumen envasado llega al 25,24 por ciento de su capacidad, con 838,128 hectómetros cúbicos de un total de 3.320,313.
Córdoba entró en noviembre pasado en estado de emergencia después de que el embalse del Guadalmellato sumara dos meses por debajo de 45 hectómetros cúbicos. En julio, tras la entrada en alerta por sequía, Emacsa puso en marcha una batería de medidas para el ahorro de agua en la ciudad, con la intención de reducir el consumo en un 5 por ciento, límite que después amplió al 10%.
En este sentido, la firma municipal adoptó planes de ahorro de grandes consumidores urbanos y la reducción de usos urbanos no esenciales, como son los casos de las láminas de agua en las fuentes, el riego de jardines y los baldeos, entre otras. En todo este tiempo la empresa no ha dejado de alertar sobre nuevas medidas de no mejorar la situación, aunque también ha informado de que los cordobeses cuentan con agua en sus hogares para los próximos dos años.
Sequía estructural
Según apuntó en su día el presidente de Emacsa, Jesús Coca, «el agua es un bien necesario, escaso, y que además la sequía es una cuestión estructural; en esa consideración, aunque hay previsión de próximas lluvias, aunque vean que va a llover, necesitamos que llueva mucho».
Es por ello que el Ayuntamiento está tramitando una ordenanza reguladora aplicable al abastecimiento domiciliario de agua potable por la sequía. El borrador de ese documento, al que ha tenido acceso ABC, establece que la Alcaldía, mediante el oportuno bando, podrá establecer la entrada en vigor de distintas medidas de restricción, limitación o prohibición del uso del agua potable en el municipio.
Así, podría verse afectado el riego de zonas verdes o jardines, públicos o privados; así como el baldeo de calles,
plazas, aceras o cualquier recinto, público o privado.
También sería factible acotar o vetar el llenado de piscinas, diferenciando aquellas que dispongan y tengan
en funcionamiento sistemas de depuración y de recirculación.
Por otro lado, el Consistorio tendría la potestad de prohibir o limitar la limpieza de cualquier clase de vehículos si no es en establecimientos que tengan ésta como actividad primordial; y hacer lo mismo con los sistemas de refrigeración por agua, que no dispongan y tengan en funcionamiento elementos de recirculación y reutilización.
A estas medidas se sumaría la menos esperada: el establecimiento de restricciones al consumo, regulaciones de presiones e interrupción del suministro de agua durante las franjas horarias que se determinasen.
La actual situación de mejoría de los embalses no es, por el momento,
Las lluvias de este invierno, que casi han triplicado a las del anterior, han elevado el nivel de los pantanos
Emacsa cierra 2023 con apenas 90.000 euros de beneficios en medio de una coyuntura por sequía que le bajó un 3,4% el consumo
oficial: será el Comité de Expertos contra la Sequía el que determine, en su próxima reunión (a principios de abril), si se puede hablar ya de situación de ‘normalidad’.
Precisamente, la situación de sequía ha marcado las cuentas de Emacsa, cuyo consejo de administración ha aprobado [el cierre del ejercicio 2023]. El pasado ejercicio ha concluido para la empresa pública con un beneficio de 89.000 euros y la puesta en marcha de proyectos como el tanque de tormentas, la ampliación de su sede en la calle Plateros, el nuevo depósito de Cerro Muriano y la instalación de biodiscos en la EDAR de Trassierra. «Una formulación de las cuentas e informe de gestión marcados por la falta de agua y la incertidumbre de la economía española», ha significado la sociedad municipal en una nota. Esta sociedad presentó en 2022 un resultado positivo algo superior a 1,5 millones, cuando en 2021 se había elevado hasta 2,8
Tanque de tormentas
El inicio de las obras del tanque de tormentas, en el Balcón del Guadalquivir, es una infraestructura que ha requerido una inversión de 22 millones de euros y que «evitará el vertido de aguas con residuos al río, reduciendo así su contaminación del río, así como evitar los picos de caudal en la estación depuradora de La Golondrina gracias a esa retención del excedente de aguas pluviales en el tanque», aclara Emacsa.
Otros de los «logros más sobresalientes» fue el inicio de las obras del nuevo depósito de Cerro Muriano y la instalación de biodiscos en la EDAR de Trassierra. El primero dispondrá de una capacidad de 500 metros cúbicos para duplicar la capacidad de agua potable disponible en esta barriada, garantizando los picos de consumo estivales así los cortes de suministro.
En el caso de Trassierra, los citados biodiscos mejorarán la depuración de las aguas residuales de esta barriada, complementando los sistemas de depuración existentes.
El presidente de Emacsa, Jesús Coca, ha detallado que la empresa pública logró reducir el consumo doméstico en un 3,4% y el municipal en un 30% en 2023, un año marcado por la sequía y la entrada en situación de emergencia en noviembre, «un escenario que llevó a centrar los esfuerzos en la lucha contra esta situación».
A falta de unos día para acabe marzo y se reúna la Comisión de Sequía creada por la empresa, Córdoba podría volver a la normalidad tras las últimas lluvias. De hecho, ha devuelto el agua a las fuentes públicas de la ciudad.
Coca ha precisado que los aspectos más relevantes que marcaron las líneas estratégicas y la actividad de Emacsa el pasado año fueron la sequía, revisión tarifaria (nueva ordenanza), el proyecto de agua regenerada, la sostenibilidad, la crisis económica, la transformación digital y la comunicación con los ciudadanos.