Las recomendaciones de ABC
Las plazas de Capuchinos y la Magdalena pueden ser buena elección para admirar la salida del Císter y el avance de la Universitaria,el Martes Santo
AMANECE el Martes Santo de Córdoba y el cuerpo va estando acostumbrado a deleitarse con las cofradías en la calle y a localizarlas por rincones que parecen hechos para ellas atajando por calles que sólo se atraviesan una vez al año. Es el único día en el que todas las hermandades salen de la Córdoba intramuros, de barrios históricos, aunque una de ellas tiene que regresar a un barrio lejano.
¿Qué hay que ver en la jornada? Los más madrugadores acertarán si buscan a la hermandad del Císter saliendo de la plaza de Capuchinos, este año más temprano que en otras ocasiones. Sale la cofradía con el Señor de la Sangre y la Virgen de los Ángeles a las 16.30 y su entorno es un sitio más que destacado.
Será el momento para observar detalles como el llamador del paso de palio que se ha hecho con diseño de Gonzalo Navarro. Se puede seguir a la hermandad y disfrutar de ella hasta que llegue al convento del Císter, en esas horas tempranas de la tarde, o bien encontrarla entre los naranjos de la calle de la Feria, a las diez de la noche.
Cruces de guía
En el corazón de la Ajerquía habrá dos cruces de guía que saldrán casi a la misma hora. La Universitaria lo habrá hecho a las 17.15 desde el Juramento de San Rafael. Su cortejo es breve y la carga de sus imágenes muy alta, sobre todo, del Cristo de la Universidad. Es recomendable en la plaza de la Magdalena, uno de los rincones menos cantados y más hermosos de la ciudad para disfrutar de su silencio y reparar en los detalles de la imagen, que invita a la reflexión por recrear con fidelidad lsa ehridas que dejó la Pasión en su cuerpo y por su unción.
Es una hermandad que echa de menos la noche y un buen lugar a esas horas puede ser sobre las diez, en la calle Carlos Rubio. Muy poco antes se habrán puesto en la plaza de San Andrés los nazarenos de túnica de cola roja de la cofradía del Buen Suceso. El paso
de misterio se sigue completando y este año muestra el frontal bordado en oro como un signo de que empieza a dejar atrás la etapa de la madera en su color.
En su camino a la ida también se le puede ver por la plaza de la Magdalena, tras la hermandad Universitaria, y también por la calle Alfonso XII en el camino a la carrera oficial, pero para su Virgen de la Caridad es más que recomendable verla a la luz de la candelería encendida: en San Fernando y en la calle San Pablo hasta que entre. Pueden ser minutos cortos, pero merecen la pena por su intensidad. La cofradía entra en su parroquia de San Andrés a las 23.20.
El movimiento en la Santa Iglesia Catedral empieza el Martes Santo antes que en ninguna jornada porque a las 17.40 salen de allí los dos pasos de la cofradía de la Agonía, y muchos la esperarán en su primer trayecto por
la calle Cardenal González, en busca de la carrera oficial. Los que conocen su naturaleza, sin embargo, pueden esperar hasta la madrugada y al momento en que regrese a su barrio del Naranjo por zonas anchas que superarán con entusiasmo. Por Fuente de la Salud estarán a la 1.00 y su entrada será a las 2.00, con el barrio entero en la calle.
El Prendimiento, la decana de la jornada, vive un buen momento que se notará en su siempre pletórica salida, a las 18.30 desde el colegio de los Salesianos, llena de nazarenos azules cada vez mejor uniformados, y soñando el momento en que el ya avanzado palio bordado pueda salir a la calle. Es un verdadero clásico despedir la jornada con el Cristo de la Agonía y con la Virgen de la Piedad en su regreso popularísimo por el barrio, desde San Andrés, a la 1.00, hasta que entre, al filo de las dos la cruz de guía.
También apurará la noche la Santa Faz, que sale a las 19.00 desde la parroquia de la Trinidad. Verla avanzar con fuerza bajo la luz filtrada entre los árboles por la avenida de la Victoria es un clásico de estos últimos años de historia de la Semana Santa de Córdoba, camino de la Catedral.
Pero también es interesante su regreso porque mantiene el paso por la estrecha calle de Deanes, hacia las onche de la noche, y sobre todo desde la plaza de San Juan, casi a medianoche. Cualquiera de esas fórmulas es una buena forma de apurar una jornada repleta de intensidad y plasticidad.
Es un clásico cerrar la jornada viendo entrar al Señor del Prendimiento y la Virgen de la Piedad por su popular barrio