La RFEF rompió un primer acuerdo con Arabia por filtraciones a LaLiga
La federación negoció con Qatar, China e India antes de llevar la Supercopa al reino árabe
La decisión de exportar la Supercopa de España al extranjero causó discrepancias públicas desde el minuto uno. El 12 de agosto de 2018 se celebró en Tánger (Marruecos) la primera edición fuera de la península ibérica, un duelo entre el Barcelona y el Sevilla que ocasionó un gran revuelo por las protestas del equipo andaluz al entender que no beneficiaba a los intereses de su entidad. «Perjudica a nuestros abonados», expuso el club. El posterior desembarco en Arabia Saudí llegó precedido de múltiples negociaciones de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con otros países. En su declaración testifical del 23 de febrero ante la magistrada del Juzgado 4 de Majadahonda, el exsecretario general de la RFEF Andreu Camps aseguró que la federación rompió un primer acuerdo de intenciones con Arabia Saudí por filtraciones a LaLiga, según el documento al que tuvo acceso ABC.
Rubiales y su grupo directivo entendieron que la Supercopa era un torneo desprestigiado, no aportaba ningún rendimiento económico y estaba mal ubicado en el calendario del fútbol. Y el primer contrato que selló la RFEF no fue con Arabia Saudí, sino con Qatar, el país organizador del Mundial 2022, también rodeado de un tremendo escándalo por las comisiones y el tráfico de influencias.
Según consta en la declaración de Camps, los dirigentes de la RFEF se desplazaron a Qatar, negociaron los términos y se firmó el acuerdo. «Supimos que Qatar estaba interesado porque a principios de 2019 el director de marketing y las personas organizadoras del Mundial de Qatar ya habían tenido contactos». El director de marketing era hasta ayer Rubén Rivera, imputado en el litigio del beso a Jenni Hermoso a quien la Fiscalía pide un año y medio de cárcel y ayer fue apartado de sus funciones en la Federación. Según Camps, en la negociación con Qatar no había intermediario.
La federación entabló negociaciones con otros países, India y China, por medio de otros intermediarios que no constan en la documentación. «Con India y China se enviaron borradores de acuerdo y no se llegaron a firmar».
Rubiales se decantó entonces por la península arábiga. La federación firmó un contrato con Qatar en agosto de 2019, según afirmó Camps en sede judicial, y ya antes había sellado un acuerdo de intenciones con Arabia Saudí. «Era legalmente compatible porque los representantes de la empresa pública de Arabia habían realizado una serie de acciones que eran contrarias al acuerdo que se había firmado».
En ese juego negociador la federación se desvinculó temporalmente del reino de Arabia. «Se rompió con Arabia el acuerdo de intenciones… Habían tenido una actuación contraria a los intereses de la federación, por lo que se entendió que la federación podía entender el acuerdo rescindido», expuso Camps.
Los directivos de la RFEF se centraron en Qatar, India y China porque consideraban que Arabia había roto el acuerdo de confidencialidad. «Esa ruptura consistió en pasar información sobre esos acuerdos a otras partes, en concreto LaLiga», testificó el exsecretario general de la RFEF. El interlocutor del organismo ante Arabia era Jorge Mowinckel, director de estrategia y relaciones internacionales.
Después de romper provisionalmente con Arabia, la federación le pidió a los cataríes una condición en un plazo de 10 días: «Que asumiera todas las responsabilidades por daños económicos que Sela pudiera ganar contra la federación por la ruptura del acuerdo de intenciones». Qatar se negó a firmar esa cláusula y la federación retomó las negociaciones con Arabia.
La declaración de Camps ante la juez expresa que él mismo no tuvo ningún encuentro con Piqué hasta ese tramo de las negociaciones en agosto de 2019 y que, según él, no llegó a participar en los acuerdos.
Auditoría en la RFEF
Tanto Piqué como Rubiales fueron denunciados por corrupción de negocios (conceder algún beneficio sin justificación a personas relacionadas con una organización, para que esta le favorezca a él o un tercero frente a otros) y administración desleal (castigo a una persona que está autorizada para administrar el patrimonio de un tercero y se excede en sus facultades o acciones que perjudican al administrado).
La juez que investiga el caso Supercopa añadió después el blanqueo de capitales (ocultar o encubrir el origen de beneficios obtenidos ilícitamente, de forma que parezcan provenir de fuentes legítimas).
Un informe de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), los técnicos especializados de Hacienda, concluye que la empresa de Piqué fue el agente de la federación en los contratos que se firmaron con Arabia Saudí.
La RFEF ha puesto en marcha una auditoría forense sobre cualquier tipo de contrato bajo sospecha por la actuación de su expresidente, Luis Rubiales. «Esta institución está muy por encima de sus dirigentes», dice la nota.