Los cien días de Uribes: dopaje, caos en la RFEF y maraña electoral
En un curso plagado de retos, los escándalos han ocupado la mayor parte del tiempo del nuevo presidente del Consejo Superior de Deportes
El deporte español hace un primer balance de la gestión de José Manuel Rodríguez Uribes, quien asumió como presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) el pasado 19 de diciembre y cumple, por lo tanto, cien días en el cargo, tiempo de gracia que se suele conceder a los representantes políticos. Uribes llegó, no sin sorpresa, para sustituir al dimitente Víctor Francos para convertirse en el quinto secretario de Estado para el Deporte de Pedro Sánchez. Todo un récord. La plaza no era completamente desconocida para él, pues entre 2020 y 2021 fue ministro de Cultura y Deporte.
Fue bajo su mandato, de hecho, cuando hubo que negociar el articulado de la Ley del Deporte que se aprobó en los últimos días de 2022 y que ahora toca poner en marcha. Ese desarrollo normativo fue uno de los puntos que Uribes señaló como eje de su mandato, y en los que también incluyó el avance en el fomento de la igualdad y la inclusión en el deporte, el desarrollo de una estrategia nacional contra el sedentarismo o la promoción del deporte base, escolar y universitario.
Ocurre que la realidad suele ser más prosaica y de momento los temas que ocupan a Uribes son otros muy distintos. Empezando por lo más actual, el presidente del CSD ha tenido que afrontar el enésimo escándalo en la Federación Española de Fútbol, que además se ha mezclado con el primer proceso electoral que debía culminar con la elección de un nuevo presidente el próximo 24 de mayo, ahora paralizado.
El otro asunto caliente tiene que ver con el dopaje. El aumento de casos y las presuntas irregularidades de la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (Celad) provocaron el hartazgo de los deportistas y han obligado a Uribes a tomar medidas. Silvia Calzón ya ejerce como nueva directora de la Celad.
«Digamos que el aterrizaje de Uribes no fue el mejor posible», explica a ABC el atleta Álvaro Martín. «Podía haber llegado con las aguas más tranquilas, pero lo cierto es que se tiene que enfrentar a grandes retos». El doble campeón del mundo en 20 y 35 kilómetros marcha se reunió con Uribes el pasado 23 de febrero después de que un numeroso grupo de atletas exigiesen medidas urgentes contra el dopaje después de conocerse las presuntas irregularidades en la Celad. Entre ellas, pagos con dinero público de controles mal realizados, expedientes positivos guardados en un cajón o autorizaciones de sustancias prohibidas para uso terapéutico con carácter retroactivo después de conocerse un positivo. «La Celad ahora mismo no está funcionando, y yo lo que le pedí es que lo hiciese de forma eficiente y transparente», insiste Martín. «No es solo cuestión de cambiar las cabezas que están al frente, sino de que hay mucha tarea que hacer. Queda un mundo. Sabemos que son cambios que no se pueden hacer de la noche a la mañana, pero sí que es verdad que el crédito de tiempo que les podemos dar tampoco es muy elevado porque tenemos los Juegos a la vuelta. No es admisible que un deportista español vaya a París, quitándole la plaza a otro compañero, y meses después nos enteremos que ha podido competir cuando debería estar sancionado. Eso sería inadmisible. El CSD se comprometió a poner orden en el menor tiempo posible».
«Al secretario de Estado hay que desearle suerte, porque la suya también será la suerte de nuestro deporte. Han sido 100 días en el cargo, pero hay tanto trabajo en estos tiempos, que no sería justo evaluar su actuación en apenas tres meses», opina José Hidalgo, presidente de la Asociación del Deporte Español (Adesp), al frente también de la Federación Española de Triatlón. A él le ha tocado tratar con Uribes otros asuntos clave que deberán abordarse en año olímpico: la aprobación de los reglamentos electorales y el desarrollo y cumplimiento de la Ley del Deporte. Garantía de impugnaciones y recursos al Tribunal de Arbitraje Deportivo. «El presidente ya sabe que vamos a trabajar a su lado en todo lo que sea necesario, en cuestiones tales como el futuro decreto de Federaciones, la nueva ley del seguro deportivo o la ley de disciplina deportiva. En ellas, estamos ya trabajando para hacer aportaciones en positivo», sostiene Hidalgo.
Una vieja reivindicación
Menos optimista es David Aganzo, presidente del sindicato AFE (Asociación de Futbolistas Españoles): «Su labor ha sido escasa, sobre todo, en el desarrollo reglamentario de la Ley del Deporte, si exceptuamos la orden referida a la convocatoria del proceso electoral. Con el desarrollo reglamentario del Estatuto del Deportista no se ha producido ningún hecho resaltable, dado el tiempo transcurrido. Y respecto al tema del seguro del deportista, nos preocupa que su desarrollo se aleje, por presiones de las federaciones, de lo establecido en la Ley del Deporte».
Aganzo se reunió con Uribes el 18 de enero, y aprovechó para trasladarle una vieja reivindicación de AFE: «Se comprometió a liderar la presencia de partidos de la Liga F en La Quiniela, algo que por el momento no ha hecho». Cree Aganzo, en una reflexión compartida por todos los encuestados, que Uribes ha dejado de lado muchos asuntos para centrarse en los líos de la RFEF, aunque «con escasos resultados», según el presidente de AFE.
«Es evidente que está teniendo que manejar una situación compleja, como es la de la Federación Española de Fútbol», coincide Hidalgo. «Por eso es importante aclarar que el fútbol y su Federación no se parecen en nada al resto de deportes y de Federaciones Españolas. Son códigos distintos, recursos muy diferentes y formas de gestionar que no tienen nada que ver». En espera de los grandes acontecimientos que se avecinan ya de forma inmediata (Eurocopa, Juegos Olímpicos, concesión definitiva del Mundial 2030…), Uribes ha aprovechado estos primeros cien días para dejarse ver en numerosos eventos deportivos, la mayoría de ellos femeninos. También ha visitado varios centros de alto rendimiento y, cómo no, ha participado en las recepciones a deportistas que han ido ganando títulos y medallas en este inicio de 2024. Su única ausencia sonada se produjo en la presentación oficial del futuro gran premio de Fórmula 1 en Madrid, un proyecto liderado por Isabel Díaz Ayuso y la Comunidad de Madrid. También se le criticó la forma de proceder del organismo cuando se confirmó que la NFL celebraría un partido de su liga regular en el Santiago Bernabéu en 2025. El CSD quiso apuntarse el tanto y en su comunicado obvió nombrar tanto al Real Madrid como a la capital de España. La oposición, mientras, le acusa de brillar por sus «silencios», de no enfrentarse a unos retos que exigen soluciones rápidas: «Llega a estos cien días sin haber comparecido ni una sola vez en el Congreso», responde a este periódico Javier Merino, portavoz de Deportes del PP. Tiene solicitadas siete comparecencias que no han sido atendidas: la orden electoral, su denuncia a la Fiscalía al anterior director antidopaje, el retraso en el desarrollo de la Ley del Deporte, la ejecución de los fondos europeos, la ejecución de los presupuestos del 2023... Comparecer no es un capricho, es una obligación. Merino también cree que la actualidad lo está «devorando políticamente».
Más allá de estos cien días, en el deporte español se sigue temiendo que la figura de su máximo responsable vuelva a estar solo de paso. «No sé cuántos secretarios de Estado hemos conocido en los últimos cinco años... Demasiados», rubrica Álvaro Martín. «A casi ninguno se le deja terminar la legislatura. Muchos no vienen del mundo del deporte, y en cuanto se asientan en el puesto y saben cómo funcionan las cosas más o menos, lo cambian. Lo destituyen y viene uno nuevo. Hay que dar continuidad. Si yo ahora me peleo con Uribes y el año que viene ya hay otro, ¿qué hago? ¿Empiezo otra vez de cero?».
«Labor escasa, sobre todo, en el desarrollo reglamentario de la Ley del Deporte», lamentan desde la AFE