Dos meses sin Pedro Mayorgas: «No sabemos cómo ayudar; hay desconcierto»
El pasado 29 de febrero se perdió la pista a este hombre de 83 años
Ayer se cumplieron dos meses de la desaparición de Pedro Mayorgas, el vecino de 83 años de Lucena al que se perdió la pista el 29 de febrero sin dejar rastro. El hombre, que residía en solo en su casa del barrio de La Calzada, mide 1,60 metros de estatura, tiene una complexión delgada, el pelo canoso, ojos azules y usa gafas graduadas.
Los dispositivos de búsqueda para dar con el paradero de este hombre han sido varios. Drones, un helicóptero, cámaras térmicas, entre otros medios, y patrullas de la Guardia Civil, la Policía Local y el Cuerpo Nacional, voluntarios y miembros de Protección Civil, han participado en estas batidas infructuosas.
Según apunta Antonio Mayorgas, nieto del desaparecido, «no sabemos absolutamente nada, estamos igual que al principio», señala, desolado. «La investigación está en manos de la Policía y el juzgado y no sabemos qué podemos hacer, qué pensar, cómo ayudar. Estamos desconcertados». Así, a la familia de este lucentino sólo le queda «esperar, tener paciencia. Pero nosotros estamos también perdidos y esperamos que se pueda localizar a mi abuelo». Las hipótesis sobre el caso son varias. En los días previos a desaparición se vio merodear a personas ajenas a la zona donde vivía Pedro. El Juzgado de Lucena que lleva el caso sigue con las diligencias, tras decretarse el secreto de las actuaciones policiales.
En el momento de su desaparición Pedro Mayorgas Ruiz era un hombre de rutinas. A sus 83 años vivía solo en su casa del barrio de La Calzada de Lucena, aunque recibía la ayuda de una asistenta y uno de sus hijos va a visitarlo al menos una vez al día. Sus pájaros, sus paseos por el barrio para las cuatro compras diarias y despejarse de la soledad y a casa sin nada que altere esa dinámica. Hablador, se para con sus vecinos o con cualquier persona para intercambiar un saludo o un comentario.
La última vez
El jueves 29 de febrero a Pedro Mayorgas se le pierde la pista a mediodía, cuando fue visto por última vez. Vecinos y familiares se cercioran de ello cuando a la mañana siguiente ni los pájaros que cuida estaban en el interior de la casa y no en el patio (como sucedía) ni tampoco ciertas costumbres de cada día dejan constancia: como el primer café de la mañana. El jueves 29 de febrero a Pedro Mayorgas se le pierde la pista a mediodía, cuando fue visto por última vez. Vecinos y familiares se cercioran de ello cuando a la mañana siguiente ni los pájaros que cuida estaban en el interior de la casa y no en el patio (como sucedía) ni tampoco ciertas costumbres de cada día dejan constancia: como el primer café de la mañana.