La histórica subida de las pensiones deja 5.000 millones extra en la caja de Hacienda
La cuantía media que el fisco retiene por IRPF a los pensionistas ha aumentado un 20%
La histórica subida de las pensiones de 2022 y 2023, al calor de la entrada en vigor del nuevo sistema de revalorización de las prestaciones según el IPC y de la escalada inflacionista por el descontrol de los precios energéticos, dejó una factura de más de 25.000 millones de euros a la Seguridad Social, pero también ha generado unos retornos en forma de mayores retenciones por IRPF que han conseguido abaratar esa factura inicial para las arcas públicas en cerca de 5.000 millones de euros.
Los ingresos de la Hacienda Pública por retenciones practicadas en las nóminas de los pensionistas a cuenta del Impuesto sobre la Renta se han disparado cerca de un 40% entre 2021 y 2023, en un periodo en el que las prestaciones se han incrementado un 11%, según las subidas decretadas por el Gobierno, y el gasto en pensionistas contributivas lo ha hecho en torno a un 18%, según las cifras publicadas por la Seguridad Social.
Unas grandes cifras que apuntan a que no solo los pensionistas han salido beneficiados por el nuevo sistema de revalorización de las pensiones instaurado tras la reforma de Escrivá, sino que Hacienda ha hecho una jugosa caja extra con la histórica subida de las pensiones de los últimos dos años.
El fenómeno ya se denunció tras la subida del 8,5% de las pensiones en 2023. Varios analistas advirtieron de que en el caso de las pensiones más altas del sistema, alrededor de un 37% de la subida se la quedaría Hacienda por la aplicación de un tipo de retención más alto, lo que dejaría la subida real de sus pensiones en el 6% y por tanto no les permitiría mantener el poder adquisitivo de su prestación.
Los datos oficiales publicados por la Agencia Tributaria en su informe anual de recaudación sugieren que ese fenómeno fue algo más generalizado.
Más impuestos que nunca
La retención media por IRPF que soportan los pensionistas españoles –en otras palabras la cantidad que Hacienda retiene de su nómina como adelanto del cumplimiento de sus obligaciones fiscales por este impuesto– se incrementó cerca de un 20% entre 2022 y 2023 al calor de la subida de las pensiones y del efecto de la progresividad en frío, que en episodios de inflación empuja a los contribuyentes a tramos de tributación más gravosos aún sin haber obtenido ganancia de poder adquisitivo alguna.
El tipo efectivo de IRPF aplicable a los pensionistas saltó en ese periodo desde el 8,14% de 2021 al 9,63% en 2023, el mismo incremento que había experimentado en los diez años anteriores.
En ese mismo lapso temporal, los ingresos por retenciones obtenidos por la Hacienda Pública pasaron de los poco más de 12.000 millones registrados en 2021 a los 16.833 millones obtenidos en 2023, 4.833 millones de euros más en impuestos sin ganancia alguna de poder adquisitivo para los pensionistas a los que la norma pretende garantizar su poder de compra.
Es cierto que no toda esa recaudación extra se deriva de la progresividad en frío, sino también del incremento del número de pensionistas que tributan por IRPF y de las prestaciones comparativamente más altas con las que llegan a la jubilación, pero según las estimaciones realizadas por institutos de análisis hasta el 70% del crecimiento de los tipos efectivos del IRPF se puede explicar por el impacto de la progresividad en frío.
El fenómeno ha sido especialmente intenso en el caso de los pensionistas, como demuestra el hecho de que desde 2018 los ingresos por retenciones se hayan incrementado nada menos que un 71%, pero ha afectado a todos los contribuyentes. En los salarios, por ejemplo, la mejora de los ingresos por retenciones ha sido del 39%.
En general el tipo efectivo que los contribuyentes pagan por IRPF –la parte de su renta que deben entregar por la aplicación del impuesto– ha pasado desde que Sánchez es presidente del Gobierno del 12,75% al 14,33%, el tipo efectivo más alto de la historia.
De haberse mantenido inalterado el tipo vigente en 2019, los cerca de 40.000 millones extra obtenidos por IRPF en este periodo se habrían reducido a la mitad y los ingresos de 2023 se minorarían en 12.000 millones.