La sequía empieza a dejar sus efectos en el campo con pérdidas de hasta 74 millones
El cielo ha vuelto a ser juez y parte en el campo cordobés. La organización agraria Asaja cifró ayer en 73,6 millones las pérdidas que la escasez de lluvias originó el pasado año a los agricultores cordobeses. Sólo el olivar y los cítricos se salvaron en parte por los precios y la demanda del mercado, que sigue teniendo al productor español como principal referente. Para este 2018, Asaja apunta un horizonte de incertidumbre con la PAC, las lluvias y la competencia de otros países.