ABC (Córdoba)

Córdoba despide al maestro de sus letras, «un hombre bueno y un poeta eterno»

La capilla ardiente que se instaló en el Ayuntamien­to recibió durante todo el día centenares de visitas de familiares, amigos, escritores y políticos Participó hasta el último momento en los preparativ­os del homenaje que el Centro Andaluz de las Letras le

- IRENE CONTRERAS CÓRDOBA

APablo García Baena no le gustaban las estridenci­as. Paseaba por la ciudad con la pisada lenta y anónima de cualquier vecino. Una capilla ardiente instalada durante ocho horas en la sala noble del Ayuntamien­to podría haber parecido un exceso para un poeta cercano como él, pero ayer todos estuvieron de acuerdo en que la voz de Cántico merecía el mayor de los homenajes. «Él sentía que la ciudad no había dado al grupo el reconocimi­ento que merecía. Estaría de acuerdo en que Córdoba le despidiera así», defendía, junto al ataúd con sus restos mortales, su sobrino Luis Ortiz García, erigido en portavoz de la familia que le acompañó ayer en su último adiós, agradecida por el cariño que les brindó hasta el final de sus días.

El aroma a nardos de las decenas de coronas de flores que se atropellab­an unas a otras en su llegada al Ayuntamien­to se coló por las puertas del salón de plenos hasta inundar el edificio de la calle Capitulare­s, un lugar de bronca y disputa en el que, sin embargo, ayer hubo un acuerdo unánime a la hora de definir a García Baena como un poeta esencial y un hombre bueno. A lo largo del día de ayer, en el que se declaró luto oficial y las banderas del Consistori­o ondearon a media asta, pasaron por la capilla ardiente del poeta los nombres más relevantes de la cultura cordobesa, representa­ntes políticos e institucio­nales de todo signo y amigos personales del poeta a los que su fallecimie­nto les pilló, a pesar de su avanzada edad, por sorpresa. «No imaginé que este momento podía llegar. Le considerab­a eterno», lamentaba la poeta Juana Castro, emocionada, antes de visitar la capilla ardiente de alguien a quien «echará mucho de menos». Castro recordó todo lo que García Baena hizo por sacar brillo a la memoria de sus compañeros del Grupo Cántico y agradeció que la ciudad le devolviera el cariño que se ganó a pulso siendo «no sólo un gran poeta sino también un buen hombre».

Tres rosas blancas

Con García Baena se va la última voz poética de Cántico, pero la generación de artistas que emergió bajo el paraguas de la revista en los años 40 aún tiene un representa­nte en el pintor Ginés Liébana. Su estado de salud no le permitió ayer dar el último adiós a su compañero, pero hizo enviar tres rosas blancas envueltas en papel de periódico que reposaron durante todo el día sobre su ataúd, rodeado de coronas de amigos, institucio­nes como la Fundación Princesa de Asturias —que en 1984 le reconoció con su prestigios­o premio de las Letras—, cofradías, peñas y asociacion­es culturales. Durante todo el día, la capilla fue visitada por familiares y amigos del poeta, cofrades que le acompañaro­n en su devoción por la Virgen de los Dolores y admiradore­s de su obra y su legado vital y cultural.

García Baena se marcha el mismo año en el que el Centro Andaluz de las Letras (CAL) le brindará un homenaje como autor del 2018. El director de la institució­n, Juan José Téllez, lamentó ayer que el poeta vaya a recibir de forma póstuma un reconocimi­ento que se le quería brindar en vida. No obstante, agradeció que el «antiguo muchacho» se haya marchado siendo consciente de ello y habiendo participad­o activament­e y hasta el último momento en la preparació­n de las actividade­s. En abril se inaugurará la exposición sobre su figura y se presentará un catálogo en el que hace tan sólo un mes García Baena trabajó, de la mano de José Infante, en la selección de las fotografía­s. Por deseo expreso del poeta, Guillermo Carnero está ultimando la antología que se presentará con motivo de su nombramien­to como autor del año por parte de una institució­n, el CAL, que «no sería lo que es sin la sombra de su tutela».

No es el único proyecto que Pablo García Baena deja a medias con su repentina marcha. La Diputación de Córdoba preparaba una traducción al italiano de su obra que iba a ser presentada próximamen­te en Florencia, y su fallecimie­nto ha coincidido con la llegada a imprenta de «Tres nuevos discursos del vino», una obra en la que trabajó de la mano de Manuel López Alejandre y José Antonio Ponferrada, que también acudieron ayer a su capilla ardiente para darle el último adiós. Los pasillos de Capitulare­s se convirtier­on en lugar de reencuentr­o y recuerdo entre personalid­ades del mundo de las letras como Francisco Gálvez, Matilde Cabello, José Luis Rey, María Rosal, Carlos Clementson, Pablo García Casado, Juan Antonio Bernier o Antonio Luis Ginés, que vaticinó que el vacío que deja García Baena, a quien todos coincidier­on en definir como un «maestro de poetas», se hará notar más y más con el paso del tiempo.

La exdelegada de Cultura Rafaela Valenzuela, recordó el «abrazo cálido» de García Baena y agradeció la labor que

hizo por su ciudad en el campo de la cultura. «Me gusta pensar que se ha reencontra­do con muchos amigos. Siempre decía que ya tenía más gente del lado de allá que de acá», declaró. El presidente de la Real Academia de Córdoba, José Cosano, avanzó que la institució­n de la que era miembro de honor le recordará con especial intensidad este año. Por su parte, también quiso recordarle en su capilla ardiente la familia Campos, que se sentía especialme­nte unida con el poeta. El «tío Pablo», como solían llamarle, fue para Javier Campos una persona «de una humildad inmensa» a la que aprendiero­n a «respetar y admirar». El rector de la Universida­d de Córdoba, José Carlos Gómez Villamando­s, lamentó su fallecimie­nto y mostró el alivio de haber podido nombrarle honoris causa hace tan sólo unos meses. El Real Círculo de la Amistad le impondrá su insignia de oro a título póstumo.

Además de representa­ntes del mundo de la cultura, ayer pasaron por la capilla ardiente del poeta la presidenta de la Junta, Susana Díaz, y la exalcaldes­a de Córdoba y actual consejera de Justicia Rosa Aguilar. Díaz se despidió de él «en nombre de todos los andaluces», mientras que Aguilar se mostró «triste» por haber perdido a alguien a quien se sentía muy unida y de quien atesora «enseñanzas» sobre la cultura y la vida. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, despidió «a un cordobés ejemplar», hijo predilecto de la ciudad, que fue capaz de lanzar puentes entre generacion­es.

 ??  ??
 ??  ??
 ?? FOTOS: VALERIO MERINO / ÁLVARO CARMONA ?? Arriba, el ataúd con los restos mortales de Pablo García Baena sale de la capilla ardiente instalada en el Ayuntamien­to. A la izquierda, la familia del poeta recibe el pésame. A la derecha, varias personas esperan para firmar en el libro de condolenci­as
FOTOS: VALERIO MERINO / ÁLVARO CARMONA Arriba, el ataúd con los restos mortales de Pablo García Baena sale de la capilla ardiente instalada en el Ayuntamien­to. A la izquierda, la familia del poeta recibe el pésame. A la derecha, varias personas esperan para firmar en el libro de condolenci­as
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain