ESPECIAL FONDOS
La corrección de febrero fue una primera prueba de fuego para las carteras de los ahorradores. Perdieron tanto los bonos como las acciones Hay fondos de inversión que lograron resistir cuando el pánico dominaba; vehículos, tanto de bolsa como de bonos, q
Con poca justificación y mucha virulencia, los mercados de deuda y de acciones corrigieron con fuerza las primeras semanas de febrero. Poco ha cambiado en la macroeconomía o la geopolítica entre entonces y ahora, pero lo cierto es que los ahorradores, sea cual sea su perfil de riesgo, siguen sufriendo los coletazos de un mercado que no termina de recuperar el aliento. Y sin embargo, los expertos son capaces de encontrar fondos de inversión que han aportado valor durante este temporal.
«Si tuviéramos una cartera global, diversificada, estaremos más o menos planos en el año», defiende Leonardo Fernández, director del canal intermediario de Schroders. Tras lo que define como «una corrección sana», el ahorrador puede encontrar tanto luces como sombras en su estrategia para 2018. Mismamente entre los dos mercados por los que más apostaba la gestora: emergentes y Japón, que se comportaron bien y mal, respectivamente. En la bolsa japonesa, pesan las dudas por las palabras del presidente estadounidense. Estaban posicionados más neutros en la zona euro (es decir, sin Reino Unido) y en Estados Unidos, mientras que en renta fija estaban negativos con la deuda gubernamental y solo veían valor en la deuda emergentes en divisa local, lo que les funcionó con el Schroder ISF Emerging Markets Debt Absolute Return.
La clave para el arranque de año, en opinión de José María Luna, de Profim, ha sido moderar el optimismo de 2017 dado el entorno más volátil que se avecinaba así como unos resultados menos espectaculares para la Bolsa. En DPM Finanzas también habían optado por la cautela y por un «posicionamiento defensivo», como lo define Carlos Farrás. «El principal motivo era y es que seguimos preocupados por las valoraciones en los diferentes activos», comenta. E Ion Zulueta, selector de fondos de Arcano coincide: «Llevábamos tiempo alertando de que en un repunte de volatilidad tanto la renta variable como los bonos podrían sufrir al unísono y que por lo tanto las carteras mixtas tradicionales no iban a beneficiarse de la diversificación». Como Schroders, a Arcano les ayudó mirar más allá de la Bolsa y diversificar como deuda emergente y high yield.
Es lo que ha permitido a los expertos tener la liquidez necesaria para actuar en consecuencia, como a Miguel Puertas, socio fundador de Norgestión Asset Growth, quien aprovechó para incrementar el nivel de riesgo de las carteras, «sobre todo en la parte de renta variable no americana».
¿Qué ha funcionado mejor?
En opinión de Puertas, la estrategia que mejor ha protegido frente a este movimiento ha sido la liquidez, seguida de los bonos de corto plazo europeos. En el caso de Norgestión, el BGF Euro Short Duration, de BlackRock, les ha ayudado tanto a reducir la volatilidad total de la cartera como a preservar el patrimonio. En efecto, hay fondos de renta fija, estrategias que parecían arrancar el año condenadas a perder dinero, que han funcionado bien durante la corrección generalizada.
El denominador común entre todas las que mencionan los expertos es un mandato verdaderamente flexible. Por ejemplo, Luna destaca el Carmignac Sécurité, que por la gestión activa de su posicionamiento en la curva de tipos de interés en determinados países se aprovechó del repunte de tipos. Son muchos los fondos de renta fija flexibles con una orientación de retorno absoluto que han demostrado hacer mérito de su categoría. Desde Profim destacan fondos es- pañoles, como el Renta 4 Pegasus o el Renta 4 Valor Relativo, así como vehículos internacionales como el BSF Income Strategies A2 Eur o el Schroder ISF Strategic BD A Acc Eur Hedged. El fondo de Schroders es un producto «creado para diversificar si la renta fija se pone complicada», apunta Fernández, de la gestora británica. Y así ha demostrado hacerlo. Con una rentabilidad neta de comisiones superior al 2% en lo que va de año, ha demostrado ofrecer descorrelación. Y lo logra haciendo buen uso de la flexibilidad que permite su mandato, aprovechando que puede ponerse corto, para ganar con la corrección en los bonos.
Como protección, Farrás optó por cubrir la exposición a deuda con bonos de baja duración –«menos expuestos a correcciones de la renta fija»- o a través de bonos ligados a la inflación, por ejem-
El repunte de la volatilidad ha castigado tanto a los bonos como a la Bolsa, por lo que pocos se han salvado Tal y como avisaban los expertos, la clave ha estado en seleccionar fondos verdaderamente flexibles