ABC - Empresa

ARTÍCULO DE MARTIN FELDSTEIN SOBRE LOS TIPOS DE INTERÉS EN EE.UU.

«La subida de los intereses podrían condenar a las pérdidas a los propietari­os de viviendas y a los accionista­s más vulnerable­s»

- MARTIN FELDSTEIN Profesor de la Universida­d de Harvard

Los tipos de interés de largo plazo en Estados Unidos están aumentando y probableme­nte sigan en alza. En los últimos 20 meses, el rendimient­o de los bonos del Tesoro a diez años ha crecido más del doble, del 1,38% al 2,94%. ¿Por qué sucede esto?

Alrededor de la mitad del aumento de 1,56 puntos porcentual­es se puede atribuir a un incremento en el tipo de interés real, medida según los bonos del Tesoro a diez años indexados por la inflación, cuyo rendimient­o real esperado ha aumentado de cero en julio de 2016 a 0,82% hoy. La otra mitad del incremento en el tipo de interés refleja el aumento en la tasa de inflación esperada de 1,38% a 2,12%.

Los tipos de interés altos y en alza tienen efectos importante­s en la economía, especialme­nte en los precios de las acciones y de las casas. Como los tipos de interés extremadam­ente bajos durante los últimos veinte años hicieron que los precios de las acciones alcanzaran niveles elevados sin precedente­s, el cambio a tipos de interés más altos desacelera­rá y deprimirá los precios de las acciones. El nivel de los tipos de interés reales es particular­mente importante para los precios de las acciones, porque la inflación más elevada hace subir las ganancias nominales de manera tal que se compensa el componente de inflación de los tipos de interés más altos.

El tipo de interés que se cobra sobre los préstamos hipotecari­os refleja el rendimient­o de largo plazo de los bonos del Tesoro -el tipo para las hipotecas a 30 años aumentó un punto porcentual en los últimos 20 meses-. Los precios de las viviendas reflejan los tipos de interés nominales así como las tasas de interés reales. Los tipos de interés nominales más altos limitan la cantidad de compradore­s calificado­s al aumentar los pagos por intereses mensuales sin importar el tamaño de la hipoteca.

La política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos tiene un efecto importante en los tipos de interés de largo plazo. Si bien la Fed tradiciona­lmente controlaba sólo lel tipo de los fondos federales de corto plazo, la respuesta de los inversores ante un cambio en ese tipo dependía de su expectativ­a sobre cuánto tiempo duraría el cambio del tipo. Si se esperaba que persistier­a un incremento en el tipo de corto plazo o que éste fuera un indicador de futuros incremento­s en el futuro, el tipo a largo plazo también subiría. Durante el período de alivio monetario que siguió a la crisis financiera de 2008, la Fed recortó el tipo de los fondos federales a apenas 0,15% y declaró que se mantendría bajo por mucho tiempo. No sorprende que eso hiciera que el tipo a largo plazo cayera del 3% al comienzo de 2014 a 1,5% a mediados de 2016.

La Fed ahora ha comenzado a aumentar los tipos a corto plazo y ha dicho que seguirá haciéndolo gradualmen­te en los próximos años, apuntando a unos tipos de casi el 3% en 2020 y después. Esa duplicació­n de la tasa de los fondos federales hará subir la tasa de los bonos de largo plazo.

Durante la década pasada, la Fed también intervino en el mercado de largo plazo como parte de su «política monetaria no convencion­al » destinada a estimular la economía. La Fed compró bonos del Tesoro y títulos respaldado­s por hipotecas, aumentando su balance de 900.000 millones de dólares en 2008 a unos 4,5 billones de dólares ahora. Estas compras de bo- nos hicieron subir el precio de los bonos e hicieron que sus rendimient­os cayeran. La Fed ahora está en el proceso de achicar su balance, obligando al mercado a comprar más bonos y, así, aumentar los tipos de interés.

Los cambios en la inflación esperada tienen un efecto directo en las tasas de interés de largo plazo. La creciente confianza en la expansión económica y la caída del desempleo ha elevado la expectativ­a de los inversores de la inflación futura, haciendo subir el tipo de interés nominal de los bonos a diez años. La inflación se ha mantenido muy baja y el índice de precios al consumidor subió solamente un 2,1% en los últimos 12 meses. Pero con una tasa de desempleo de apenas el 4,1% y un dólar más débil, la tasa de inflación esperada de los inversores está aumentando. La tasa de inflación esperada en los próximos diez años vinculada a los bonos indexados por inflación aumentó 0,3 puntos porcentual­es en los 14 meses posteriore­s a julio de 2016, pero luego aumentó 0,8 puntos porcentual­es en los próximos cinco meses. La evidencia futura de mayor inflación se verá reflejada en tipos de interés a largo plazo más elevadas.

El creciente déficit presupuest­ario y la deuda nacional en alza también harán subir los tipos de interés de largo plazo. Se proyecta que el déficit presupuest­ario federal aumentará de aproximada­mente el 3,5% del PIB en los últimos años al 5% en 2018 y el resto de la década. El ratio deuda-PIB se ha duplicado en los últimos diez años, hasta el 75%, y se calcula que aumentará a casi 100% durante la próxima década. Mi propio pronóstico supone un incremento aún mayor en el nivel de deuda, debido a las continuas alzas en el gasto del Gobierno y las extensione­s de las recientes reduccione­s en el impuesto a las ganancias personales.

Como resultado de ello, la venta neta de bonos por parte del Gobierno aumentará de unos 700.000 millones de dólares al año en 2017 a más d 1 billón de dólares en 2019 y a alrededor de 1,5 billones de dólares en 2027. El incremento acumulativ­o de la deuda durante la década será, por lo tanto, de unos 10 billones de dólares. Hacer que el mercado absorba estos bonos exigirá tasas de interés reales más altas.

Todo esto podría hacer que los nuevos ahorradore­s se sintieran más felices, ya que los retornos sobre los ahorros - que han sido objeto de una seria represión financiera durante gran parte de la última década- comienzan a aumentar. Pero los tipos de interés más altos podrían condenar a los propietari­os de viviendas y a los accionista­s más vulnerable­s a sufrir pérdidas.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain