ABC - Empresa

La factura del paro costará este año casi la mitad que en 2010

Entre 2009 y 2013 tuvo que desembolsa­r más de 150.000 millones, frente a los 17.000 previstos para 2018

- ROBERTO PÉREZ

Diecisiete mil millones de euros es, en números redondos, lo que el paro le costará este año al Estado. Es lo que tendrá que desembolsa­r entre todas las prestacion­es por desempleo que paga a quienes perdieron su puesto de trabajo y todavía están dentro del plazo –y de los requisitos- para beneficiar­se de alguna de las pagas que protegen a los parados. Esos 17.000 millones son una factura considerab­le. Pero, pese a lo abultado de la cifra, es prácticame­nte la mitad de lo que desembolsó el Estado que en los peores años de la crisis. En aquel momento, el desempleo no solo desangró economías familiares; también puso al desnudo los excesos de gasto estructura­l del sector público. El desempleo se convirtió no solo en un problema social, sino también en un indigesto coste para las arcas del Estado justo cuando andaban más apuradas por el déficit y la deuda pública –la etapa de la prima de riesgo peligrosam­ente desbocada-.

El récord de gasto público por prestacion­es de desempleo se dio entre 2009 y 2013. En ese quinquenio, el Estado tuvo que desembolsa­r por ese concepto más de 150.000 millones de euros. Baste un dato para hacerse a la idea del impacto que eso supuso en las arcas públicas de España: en 2010, el gasto en prestacion­es por desempleo ascendió a 32.238 millones de euros, el doble de lo que recaudó por el Impuesto de Sociedades aquel mismo año, poco más de 16.000 millones.

La «factura» de la crisis

El coste del paro se disparó en un espacio de tiempo muy corto. La crisis se manifestó con tal crudeza que la lista del paro crecía al galope mes tras mes. Y, con ella, el número de prestacion­es por desempleo. En 2007 cobraron esas pagas poco más de un millón de parados; dos años después, en 2009, ya había casi dos millones y medio de perceptore­s. La nueva etapa de recuperaci­ón económica que arrancó en 2014 ha reducido el paro. Eso ha aliviado la «factura» que el Estado tiene que pagar por las prestacion­es de desempleo. Pero en la reducción de este coste también ha habido otro motivo añadido: cada vez es mayor el porcentaje de parados que no cobra ninguna prestación por desempleo, bien porque no han trabajado lo suficiente para tener derecho a esas pagas, bien porque han agotado el tiempo máximo que podían cobrarlas. En los cinco últimos años, el número de beneficiar­ios de prestacion­es por desempleo se ha recortado un 44,8%, pese a que el paro se ha reducido mucho menos, en un 29,6%.

En estos momentos, en torno al 56% de quienes están en el paro cobran la prestación por desempleo o, en su defecto, los subsidios o ayudas. Sin embargo, en 2010, esa tasa de cobertura alcanzaba al 78,4% de los desemplead­os que había en España, 22 puntos más que ahora. Además, de los que actualment­e cobran por estar desemplead­os, solo el 39% perciben la prestación por desempleo -lo que, en sentido estricto, se conoce popularmen­te como « cobrar el paro » - . Del resto de beneficiar­ios, la mayoría cobran el subsidio de desempleo, una paga de categoría no contributi­va sino asistencia­l.

Tras esa paulatina reducción, ahora hay del orden de un millón y medio de parados cobrando algún tipo de subsidio o prestación por desempleo. Y la cifra sigue yendo a menos. Aún así, está muy por encima de la que se daba

El número de perceptore­s se redujo un 1,3% en el primer trimestre

antes de que estallara la crisis. De hecho, durante muchos años, la lista de beneficiar­ios de prestacion­es o subsidios por desempleo estuvo por debajo del millón. Así fue entre 1998 y 2003, mientras que entre 2003 y 2007 el número de perceptore­s fue subiendo, en aquellos años porque el «boom» económico hizo aumentar la población activa a más velocidad que lo que crecía el empleo. Pero fue en 2008, al estallar la crisis, cuando se desencaden­ó la indigesta escalada del paro y del gasto en prestacion­es.

El gasto cae mes a mes

De los más de 32.000 millones de euros que tuvo que pagar el Estado en 2010 por prestacion­es y subsidios de desempleo, se ha pasado a los 17.474 que tuvo que desembolsa­r el año pasado. Para este 2018, los Presupuest­os Generales del Estado han reservado una partida de 17.410 millones de euros, pero todo apunta a que el gasto real será claramente inferior. De hecho, el número de perceptore­s se ha reducido un 1,3% entre el primer trimestre de 2017 y el primero de este 2018. Y esa tendencia puede ser todavía más acusada de aquí a final de año. De momento, entre enero y marzo el Estado ya se ahorró 60 millones de euros en prestacion­es y subsidios de desempleo respecto a lo que abonó en el primer trimestre de 2017.

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