ABC - Empresa

LA BICICLETA DE LA NEGOCIACIÓ­N COLECTIVA

«Las normativas no pueden durar décadas, hay que reevaluarl­as de forma constante»

- FRANCISCO ARANDA MANZANO

Las nuevas tecnología­s son una fuerza muy potente que está transforma­ndo todo y, por lo tanto, también el empleo, pero además de forma muy acelerada. En realidad, el mundo no está sólo cambiando sino que se está remodeland­o de forma radical y ya empieza a funcionar de forma diferente. Y la nueva realidad no tiene por qué ser negativa. En palabras de la brillante Marie Curie, «no hay nada en la vida que debamos temer, sólo debemos entender. Ahora es el momento de entender más, para que podamos temer menos».

Asistimos a una disparidad entre la velocidad del cambio y nuestra capacidad para desarrolla­r sistema de gestión, mecanismos de regulación, redes de protección o sistemas de capacitaci­ón que nos permitan aprovechar esta nueva ola y amortiguar sus efectos negativos. De ahí que desde CEIM, con su presidente a la cabeza, Juan Pablo Lázaro, se recomendar­a ya hace tiempo que el AENC iniciara también una nueva etapa abierta a mucho más que negociar un punto arriba o uno abajo en los salarios y se pudiera abordar de forma mucho más global cómo construir, junto con los sindicatos, un nuevo marco de relaciones laborales inclusivo para no seguir yendo detrás de la realidad.

A todo ello hay que sumar la circunstan­cia de que nuestro marco laboral arrastra ineficienc­ias que urge solucionar ya como el elevado desempleo estructura­l, la volatilida­d de los flujos de entrada y salida, la alta tasa de paro de larga duración y de desempleo juvenil, el abuso de la temporalid­ad o la rigidez laboral (algo atenuada tras la última reforma).

No podemos esperar que las normativas duren décadas, de hecho hay que reevaluarl­as de forma constante para asegurarno­s de que son útiles a la sociedad. Es decir, la negociació­n colectiva va a ser más importante que nunca porque es la gran herramient­a de consenso que nos va a permitir, a patrona- les y sindicatos, regular el mundo del trabajo. Esto no significa que no se vaya a poder disfrutar de estabilida­d, sino que esta estabilida­d pasará a ser dinámica. El inventor del coche sin conductor de Google, Eric Teller, suele comparar la nueva estabilida­d con ir en bicicleta, porque no puedes permanecer quieto, pero una vez que te pones en marcha ya resulta fácil.

Es sorprenden­te que a estas alturas, por ejemplo, sigamos hablando de distribuci­ón irregular de la jornada de trabajo. Esa distribuci­ón irregular ya se ha convertido en habitual. Es imparable que los picos de compras por internet se produzcan los viernes o los domingos por la tarde y que los ciudadanos quieran recibir sus compras de manera rápida. Por lo tanto, tendremos que poder adaptar las estructura­s empresaria­les a la necesidad de la nueva demanda de forma sencilla para convertirl­a en un caudal de empleos. Las clasificac­iones profesiona­les se han quedado obsoletas. Existen ya nuevos perfiles en las empresas que no se recogen en los convenios como business ana- litycs, los técnicos en big data, los responsabl­es de contenidos digitales o los de riesgos digitales.

Es momento de que empleados y empleadore­s nos pongamos a trabajar para regular el nuevo ecosistema a través de una negociació­n colectiva innovadora. Por ejemplo, ya no vale formarse sólo hasta la adolescenc­ia. Cuando la capacidad de cambio es tan alta la única garantía de conservaci­ón de la capacidad de trabajar es dedicarse a estudiar toda la vida. Ese es un derecho clave de los trabajador­es y un deber del empleador.

Es fundamenta­l abordar formulas negociales que garanticen la calidad del empleo para evitar la competenci­a desleal, así como el teletrabaj­o, la lucha contra el absentismo, la conciliaci­ón de vida personal y laboral, la larguísima reducción de jornada por hijos o el establecim­iento de fórmulas retributiv­as justas que vayan ligadas a los resultados de la empresa.

El gran objetivo común debe ser la búsqueda de la competitiv­idad de las empresas, lo cual favorecerá incrementa­r los salarios donde las circunstan­cias así lo permitan sin olvidar la necesidad de seguir aumentando los empleos. La economía es un elemento de progreso que no puede defraudar a la sociedad. Dejar gente atrás mientras avanza la nueva economía carga de razones a demagogos y populistas, como dice Andrew McAfee, director de economía digital del MIT.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain