REFORMA LABORAL Sánchez aplaza la demolición, pero se lanza a su erosión
La debilidad parlamentaria incapacita al Gobierno para aniquilar la norma del PP, pero buscará acuerdos para cambios medulares Recuperar los sueldos, devolver el poder sindical en las empresas y frenar la temporalidad son los objetivos a conseguir
¿ Qué ocurría si la reforma laboral se descafeinara? ¿ Cómo reaccionarían las empresas? ¿ Qué cambios prepara el Gobierno de Pedro Sánchez? ¿Como asiste Bruselas a los anuncios de cambio? Cuando estaba en la oposición el PSOE fue muy combativo con la reforma laboral y prometió que la derogaría si llegaba al gobierno; hoy, instalado en La Moncloa, ha renunciado a tumbar la norma por su escaso peso parlamentario, pero si anticipa cambios que supondrían un vuelco a una reforma aplaudida por los organismos internacionales que permitió frenar la sangría de despidos por la crisis y comenzar a crear empleo.
«Cuando se está en el Gobierno, se tienen mayores dosis de pragmatismo y este Gobierno es consciente del lugar y peso que ocupa y de la difícil aritmética parlamentaria que tiene » . Fueron las primeras palabras de la nueva ministra de Trabajo, Magdalena Valerio al tomar posesión de su cargo. «Nos encantaría tener los 202 diputados que tuvo Felipe González pero aún no los tenemos, aunque vamos a trabajar para ello», dijo.
Sus palabras fueron premonitorias. Teniendo en cuenta los 84 diputados con lo que cuenta el PSOE y el respaldo parlamentario que lograría si diera un salto al vacío e intentara tumbar la normativa, el nuevo equipo de Pedro Sánchez centra la diana en modificaciones parciales. Cambios, sin embargo, que afectan a materias medulares. Primacía del convenio de empresa, ultractividad, temporalidad...
La música no convence a su principal socio de Gobierno, Podemos. El partido de Pablo Iglesias se aferra a una proposición no de ley (PNL) de los socialistas pidiendo la derogación de la norma de 2012 y que consiguió en diciembre de 2016 el respaldo de la Cámara Baja. La PNL (que solo sirve para instar al Gobierno a hacer algo) salió adelante con 168 votos favorables — PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV y EH Bildu—; 131 votos en contra del PP; y 42 abstenciones –Ciudadanos y PDeCAT–. UNA DECENA DE ASUNTOS ESTÁN SOBRE LA MESA Pero no será este el camino que tome el presidente. Una decena de asuntos están sobre la mesa de la nueva titular de Trabajo y sobre ellos intentará llegar a acuerdos con patronal y sindicatos antes de que acabe la legislatura; buscará también apoyos parlamentarios. Y de forma paralela creará un grupo de expertos que estudie «la creación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI en el escenario de de 2020 » . La idea inicial es sacar adelante los cambios con el mayor consenso posible.
¿ Qué reforma diseña el Gobierno socialista? En la agenda están algunos de los puntos que más debate han suscitado de la reforma que llevó adelanta el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Recuperar la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa es un objetivo de primer nivel. Con ello el PSOE pretende matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, devolver el protagonismo perdido a los sindicatos en las empresas y, por otro, frenar los recortes de salarios que implicó en 2012 dar todo el poder a las empresas en los convenios. Devaluar salarios se ha convertido desde entonces en la alternativa a los despidos. Los recortes de sueldos llegaron para quedarse. EL CONVENIO DE EMPRESA PERDERÁ PROTAGONISMO La norma aprobada por el PP introdujo altas dosis de flexibilidad para modificar las condiciones laborales y evitar las extinciones de empleo. La idea era permitir que una empresa que se encontrara en una situación de dificultad dejara de aplicar el convenio colectivo, incluida las subidas salariales previstas en pactos de ámbito sectorial, y diera preferencia a los acuerdos firmados en su centro de trabajo. El uso de esta posibilidad, que permite los denominados «decuelgues», ha tirado de los sueldos a la baja en España, una opción que tiene los días contados. ULTRAACTIVIDAD, MENOS LÍMITES La denominada ultraactividad está también en la diana. El Ejecutivo buscará fórmulas para eliminar el actual límite de un año fijado en la reforma laboral. Este mecanismo fue, hasta que entraron en vigor los cambios en 2012,