Fundador y consejero delegado de Masmóvil
A golpe de talonario y fuerza comercial, Masmóvil no solo se ha consolidado como el cuarto operador del país en apenas diez años, sino que está echando un auténtico pulso a las tres grandes telecos, siendo la compañía de telecomunicaciones que más está creciendo en el último año en clientes. —Están cerca de llegar al objetivo que se habían fijado para 2018 de 800.000 altas netas. ¿Van a revisarlo?
Es pronto, pero probablemente después de verano analizaremos si tiene sentido revisarlos. En todo caso, para nosotros los objetivos importantes no son tanto cuantitativos como cualitativos: estamos trabajando mucho en los productos «premium», lo que eleva el ingreso medio por cliente (ARPU), y en esto estamos muy contentos. — ¿ Esa apuesta por servicios « premium» implica subidas de precios? — Masmóvil no va a subir los precios a sus clientes. Son nuestros principios y vamos a mantenerlos. Lo que está claro es que si se ofrece un servicio mejor, quizá el precio puede ser diferente, pero siempre de forma voluntaria para el cliente. Este elige: si quiere un producto «premium» pagará algo más, y si no lo quiere no se le obliga a suscribirlo. —¿Pueden seguir creciendo sin una plataforma de televisión de pago? — Los consumidores van a necesitar cada vez menos a los operadores para consumir contenidos porque se van autoeducando en cómo consumirlos en las plataformas «over the top» (OTT). Por eso trabajamos con la ambición no de ser un operador audiovisual ni de producir series propias, ya que otros como Sky, HBO y Netflix lo hacen mejor, sino de asegurar a los clientes una alta usabilidad, que puedan seleccionar canales lineales normales y esas OTT y configurar su oferta; y asegurarles ciertas ventajas y beneficios. —¿La convergencia de servicios sigue siendo la tendencia del mercado? — La tendencia de comprar paquetes con tres, cuatro o cinco servicios se va a mantener. Ahora bien, nosotros les obligamos al cliente a pagar servicios que no quieren, por eso tenemos una