La defensa de las empresas señaladas
Glovo: «Nos preocupa la desconfianza que la Inspección puede generar en estos proyectos»
—¿Son justas las críticas de trabajo precario? — No, todo lo contrario. La función de Glovo es intermediar y facilitar la relación entre las partes. Ofrecemos una oportunidad a todo aquel que quiera ser prestador de servicios de reparto con total autonomía e independencia. Lo que permite combinar el trabajo de glover con otras actividades. —¿Temen que les ocurra como a Deliveroo con la Justicia en su contra?
— Estamos claramente convencidos de la legalidad de nuestro modelo; ya no sólo por la confianza legítima que supone haber validado el modelo desde la autoridad laboral [en 2016] sino porque la realidad de la prestación es ajena al orden social. Y bastan dos ejemplos: a diferencia de un contrato laboral, los repartidores aportan los medios soportando los gastos derivados de la actividad y los gastos de mantenimiento, reparaciones y, en su caso, combustible. En segundo lugar, gozan de plena libertad para aceptar o rechazar un pedido. Se trata de una colaboración en la que entra voluntariamente el repartidor y que le permite, en ocasiones, entrar en el mundo laboral. — ¿ Pueden las inspecciones poner en riesgo el futuro económico de la empresa? — Más allá de las consecuencias económicas, nos preocupa la desconfianza que se pueda generar en estos proyectos, con modelos ya validados anteriormente. —¿Qué piden al Gobierno? ¿Una nueva figura?
— Estamos a disposición tanto del legislador como de los propios interlocutores sociales para analizar otras alternativas que hagan viable nuestra actividad y mejoren, si cabe, las condiciones de nuestros colaboradores. Cualquier propuesta que nos dé seguridad jurídica será bien recibida.