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PRODUCCIÓN AGRARIA
a búsqueda de una alimentación más saludable ha derivado en nuevas tendencias en el sector hortofrutícola. Los productores andaluces son conscientes de que las exigencias de los consumidores en relación a sus productos han cambiado y son muchas las empresas que, a golpe de innovación, se adaptan ya a los nuevos formatos que pide el mercado. «Si el consumidor encuentra en los lineales un producto sorprendente y con un sabor excepcional, tendremos a un cliente fiel». Así lo afirma José Gandía, fundador y presidente de SAT Royal, una de las empresas de fruta de hueso más importantes del Valle del Guadalquivir y una de las grandes referencias europeas en los mercados de fruta fresca. Para conseguirlo, asegura que «la comunicación entre la gran distribución y la producción es fundamental, para trasladar a las zonas productivas las demandas de los consumidores, con el objetivo de que se produzca aquello que se vende, y no al revés».
Pese a que la campaña de fruta temprana se inicia con buenas perspectivas, Gandía sostiene que «sigue habiendo exceso de producción pues la cosecha frutícola de España es, hoy por hoy, más del doble de la que puede absorber Europa». Ante esta tesitura, y para que el exceso de producto no redunde en precios ruinosos en el campo, el empresario apuesta por «la innovación permanente, para estar en línea con el consumidor, muy exigente en cuanto a los atributos que busca en las frutas, como calidad, calidez y sabor», imprescindibles para ofrecer una experiencia de compra positiva.
La nuevas variedades son un signo de identidad de SAT Royal, que ha introducido en los mercados el pluot, un híbrido de ciruela y albaricoque obtenido por cruce natural (no transgénico) que la empresa cultiva en Sevilla. El 70% de los cultivos de fruta de hueso de Royal «es consecuencia del desarrollo de variedades propias», declara José Gandía, que añade que «en el caso de los pluots nos ha costado mucho llegar a este nivel de excelencia pues la fruta ha ido evolucionando para buscar un producto sorprendente y único que enganche al consumidor».
El valor de la producción agraria en Andalucía ronda 13.000 millones de euros, de los que el 30,6% son hortalizas, el 25,5% frutas y el 20% aceite. Un grupo reducido de grandes firmas de distribución — como Lidl, Carrefour, Auchan Alcampo, Aldi, Edeka y Mercadona— acaparan buena parte de la cosecha. En países consumidores como Alemania está creciendo la producción propia gracias al desarrollo de invernaderos; y Marruecos —gracias a inversores franceses y, cada vez más, españoles— compite con España en todos los mercados comunitarios, especialmente en cultivos como el tomate... Hay desafíos en todas las direcciones.
Aparte de la investigación en nuevas variedades con enorme calidad y sabor, la tendencia en el consumo de frutas y hortalizas está influida por el crecimiento de unidades familiares cada vez más pequeñas. Según el Instituto Nacional de Estadística, el número de hogares con una única persona alcanzará el 28,6% en el año 2031 y de dos per-