LAS EXPORTACIONES PROPULSAN EL PIB

Las protagonistas son las empresas que han apostado por el mercado exterior, primero como salvavidas y ya hoy como parte fundamental de su negocio

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, proclamó en su defensa de los Presupuestos Generales del Estado — expansivos y con «vocación social»— que es la hora de «cerrar el legado la crisis» y añadió que ésta «no va a resucitar». Sin embargo, el tsunami económico nos dejó una herencia positiva, que se ha convertido en una de las palancas fundamentales de la recuperación en Andalucía. El sector exportador andaluz es una de las pértigas fundamentales del crecimiento del PIB en los últimos cinco años. Las protagonistas son las empresas que han apostado por el mercado exterior, primero como salvavidas y ya hoy, como parte fundamental de su esquema de negocio. Se trata del mayor cambio estructural de la economía andaluza en muchos años, según subrayan los expertos, y cabe preguntarse si es eso, estructural y sólido, o puede ser reversible.

¿Hemos tocado techo con el ritmo frenético que ha llevado a la comunidad autónoma a duplicar sus ventas en el exterior en una década, a adelantar a Madrid en el ranking autonómico por volumen de ventas al exterior por primera vez en la historia y a cerrar los dos últimos ejercicios con superávit de la balanza comercial? Los datos corroboran que esta nueva economía andaluza más globalizada tiene mucho recorrido. El mundo es muy grande y no hemos llegado a todos los mercados; hay muchas empresas que aún no han dado el salto al exterior y otras que sí lo han dado siguen ampliando mercados.

La coyuntura de bonanza mundial y la avidez de compra de mercados gigantes como el chino son grandes oportunidades que las compañías andaluzas están aprovechando, más avezadas ya en la gestión del negocio en países foráneos después del duro entrenamiento que supuso la crisis. Las fronteras idiomáticas o burocráticas que hace diez años causaban aprensión y disuadían a muchas firmas ya hoy se consideran salvables.

El crecimiento del PIB mundial y la mejora general del entorno exterior global favorece las exportaciones de bienes. Una coyuntura expansiva en la que no hay que obviar que ha surgido un nubarrón con la política proteccionista impulsada por Donald Trump en Estados Unidos, que afecta a uno de los sectores andaluces líderes en ventas en el exterior, en de la aceituna de mesa. Un contratiempo cuyo capítulo final aún no está escrito.

El balance de la última década refleja que el número de empresas exportadoras ha aumentado casi un 40% en Andalucía desde el año 2008 y el valor de las ventas en el exterior ha crecido más del 80%.

VANESSA BERNARD DIRECTORA GENERAL DE EXTENDA COMPAÑÍAS «Las exportadoras regulares son el verdadero pulmón del sector exterior andaluz» EMPLEO «La internacionalización crea empleo de calidad y diversifica riesgos» DIVERSIFICACIÓN «Al tradicional liderazgo agroalimentario se suman sectores nuevos»

Si se analiza la evolución desde 2009, la facturación regional en los mercados foráneos se ha duplicado, al alcanzar una cifra histórica cercana a 31.000 millones de euros. Al selecto club de las empresas andaluzas exportadoras regulares — aquellas que han perseverado y llevan más de cuatro años fajándose en los mercados extranjeros— se han unido más de mil compañías en la última década y ya supera las 5.000 compañías.

La comunidad autónoma ha registrado por dos años consecutivos —2016 y 2017— superávit en su balanza comercial, un hito en este siglo. Y por primera vez en la historia escaló el pasado ejercicio a la segunda posición del ranking exportador en España, con un récord de 30.913 millones de euros, solo por detrás de Cataluña y mirando a Madrid por primera vez por el retrovisor. Este dato es muy significativo si se tiene en cuenta que en 2008 Andalucía estaba fuera del podio, en la quinta posición de esta lista.

Las ventas de la región en el extranjero sumaron 1.717 millones de euros más que las importaciones en 2017. Con ello, la tasa de cobertura de la balanza comercial se situó en el 106%, frente al 92% de España, que cerró el año pasado con déficit. La diversificación de productos y mercados se señalan como las claves de esta escalada. Pero, visto el fuerte crecimiento que han tenido las exportaciones andaluzas en los años de crisis ¿es previsible o factible mantener este ritmo en los próximos años?

A la vista de los últimos datos publicados correspondientes al mes de febrero, el récord no ha tocado techo. Con más de 2.686 millones de euros facturados en el exterior, el segundo mes de 2018 está remarcado ya como el mejor febrero de la historia comercial andaluza. Según Vanessa Bernard, directora general de Extenda, la agencia de comercio exterior de la Junta de Andalucía, si bien es cierto que desde 2009 la región ha duplicado sus exportaciones, con crecimientos importantes en los años de crisis, «hay que señalar también que las ventas en el exterior vienen creciendo de forma significativa desde hace décadas». Así, apunta que desde 1980 las exportaciones andaluzas se han multiplicado por 33 y que en los dos últimos ejercicios, en los que ya la crisis ha ido remitiendo, los crecimientos han sido del 7,6% y del 15,3%. «En Andalucía tenemos hoy día más de 1.200 nuevas empresas exportadoras regulares que las que había al inicio de la década, hasta completar las 5.040 contabilizadas en 2017», destaca Bernard. Representan más de la quinta parte de las 21.871 compañías de la región que están vendiendo productos y servicios fuera de España. El ritmo de ampliación del parque de exportadoras habituales se ha acelerado en los últimos años. Así, en 2017 se incrementó un 4,8%, tres veces más que la media nacional. El valor de las exportaciones que hicieron estas firmas creció un 17,5%, más del doble del crecimiento medio que tuvieron a nivel nacional (+8,9%). «Por tanto —subraya la directora general de la agencia exterior andaluza— Andalucía ha reforzado el ámbito de las exportadoras regulares, verdadero pulmón del sector exterior andaluz, que acapara el 92% de las ventas totales al extranjero. Y, lo que es aún más importante, se ha hecho más fuerte cuando más duras eran las condiciones para las empresas, ya que estas compañías han alcanzado la consideración de exportadoras regulares en los últimos cuatro años, que han sido muy duros para las empresas por las condiciones de crisis que hemos atravesado», recalca. Los datos dejan ver, apunta la directiva, «un tejido productivo que ha venido incorporándose de forma sostenida a la internacionalización, una actividad que hace más competitivas a las empresas, crea empleo de calidad y diversifica riesgos». En todo este proceso se han reforzado los liderazgos tradicionales agroalimentarios, a los que se han sumado elementos de diversificación aportados por sectores industriales, como el aeronáutico o la minería, donde Andalucía es líder nacional. En concreto, las aeronaves y los vehículos espaciales, una industria muy concentrada en las provincias de Sevilla y Cádiz, suman unos ingresos en el exterior que superan ya los 3.000 millones de euros, una cifra semejante a la del aceite de oliva.