Un grupo de «okupas» invade el polémico tríplex de Lula
«Si el piso es suyo, entonces el pueblo puede ocuparlo», dicen en su defensa
El Grupo Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) invadió ayer el piso tríplex situado frente al mar, en un inmueble del balneario de Guarujá, a una hora de São Paulo, que pertenecería a Luiz Inácio Lula da Silva. El expresidente de Brasil lleva diez días en prisión, tras ser condenado en el marco de la Operación Lavacoches.
Según «Folha de São Paulo», cerca de cien personas llegaron al edificio Solaris en veinte ómnibus. De ellas, treinta entraron en el inmueble y alcanzaron su decimosexta planta, en una acción que llevó menos de cinco minutos. Una vez dentro, colgaron carteles y banderas de apoyo a Lula. «No hay negociación. O sueltan a Lula o no habrá paz», amenazaron en sus pancartas. Lula fue condenado en segunda instancia a doce años y un mes de prisión por ese tríplex que, según las investigaciones de la Operación Lavacoches, habría recibido de la constructora OAS a cambio de ventajas a la empresa en obras públicas.
Estos okupas de izquierdas está dirigidos por Guilherme Boulos, precandidato a la presidencia por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y quien apoyó a Lula en sus últimas horas antes de encarcelamiento, el pasado 7 de abril. «Es una denuncia de la farsa judicial que llevó a Lula a la prisión. Si el tríplex es suyo, entonces el pueblo está autorizado a ocuparlo. Si no lo es, tienen que explicar por qué está preso», dijo Boulos.
Boulos es uno de los líderes de movimientos sociales más cercanos a Lula. Por su parte, el líder de los Sin Techo recibió el apoyo del expresidente brasileño en su último discurso antes de entrar en la cárcel: recomendó la candidatura de Boulos para las elecciones presidenciales de octubre.
La acusación de Guarujá es la más cuestionada entre quienes apoyan al expresidente. Lula se enfrenta al menos a otros seis procesos en los que las pruebas parecen ser más contundentes y que pueden complicar su situación aún más, si las condenas de esos casos salen antes del 15 de agosto. Antes de esa fecha, tendría que confirmar su candidatura a las presidenciales ante el Tribunal Superior Electoral (TSE), que decidirá se acepta o no el nombre de Lula, teóricamente inelegible.
Lula, que continúa como candidato por el Partido de los Trabajadores (PT), salió malparado en la última encuesta de este domingo, la primera después de su entrada en prisión y en la que cayó del 37% al 31%. Sin embargo, aún es el líder, con casi el doble de porcentaje de intención de voto sobre los dos empatados en segundo lugar: el ultraderechista Jair Bolsonaro y la ambientalista Marina Silva. La apuesta del PT y de sus abogados es que la condena de Lula sea revisada en tercera instancia.
Posible liberación
En ese sentido se expresaron fuentes consultadas ayer por Reuters, que apuntaron que una decisión del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Brasil podría liberar al expresidente en cuestión de días y asestar el golpe más duro a la batalla del país latinoamericano contra la corrupción, según fiscales y jueces.
Varios jueces del TSJ ya han dejado claro que quieren revocar una decisión de 2016 que permitió encarcelar a acusados una vez que sus condenas fueron confirmadas tras una primera apelación, la única razón por la que Lula, así como varios políticos y hombres de negocios están actualmente entre rejas. Los críticos consideran que la decisión niega a los acusados el derecho constitucional de agotar todas las instancias del proceso de apelaciones antes de ser detenidos.
Tribunal Supremo Varios jueces del Supremo han apuntado que Lula podría quedar en libertad dentro de unos días Candidatura Si no surgen más condenas antes del 15 de agosto, el expresidente podría presentarse a la reelección