El reloj inteligente de Khashoggi grabó su asesinato, según Ankara
Turquía asegura que los saudíes se dieron cuenta e intentaron borrar los archivos
Riad, entre el 23 y 25 de octubre, considerado como el «Davos del desierto». El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, así como varios medios de comunicación, como las cadenas estadounidenses CNBC y CNN y la agencia Bloomberg, ya han anunciado que cancelan sus asistencia. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, sin embargo, mantiene su visita, pese a que se mostró «horrorizada» por el caso del periodista.
A la cita de Riad también asistirá el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Menuchin, ya que Estados Unidos se encuentra ante todo un dilema porque se trata de su gran aliado en la región y el principal cliente de su industria militar.
El único mensaje de apoyo recibido hasta el momento por los saudíes fue el del ministro de Exteriores de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Anuar Gargash, para quien tonizará das las informaciones sobre el posible asesinato del disidente forman parte de «una campaña feroz contra Riad». Los emiratíes son los mejores aliados de Riad en la guerra de Yemen y en el embargo impuesto a Catar, país vecino al que acusan de «apoyar al terrorismo» en la región. La mima opinión tienen analistas próximos a la casa real saudí como Abdul Khaleq Abdulla quien escribió en las redes sociales que «el trágico caso de mi amigo Khashoggi está tremendamente politizado para obtener unos objetivos políticos ilegítimos. Es una persona leal y con fe en el país y nunca perdonará a quienes usan su nombre para dañar a Arabia Saudí».