Iglesias aboga por alejar a la Unión Europea del «neoliberalismo salvaje»
Ni el presidente ni el vicepresidente asistieron a la clausura de la reunión, en la que intervino Don Felipe
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aprovechó su discurso ante los embajadores para reclamarles que difundan una imagen de España como «un referente» a la hora de defender los derechos sociales. Iglesias, que se incorporó como ponente a esta cumbre a última hora, también abogó, como informaron fuentes de su departamento a la agencia Europa Press, que se esté necesitar». Aunque tanto el presidente como el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, intervinieron en la Conferencia de Embajadores, ninguno de los dos acudió presencialmente a la clausura del encuentro, en la que el Rey estuvo acompañado por las ministras construyendo una Europa «unida, fuerte y solidaria que responda a las necesidades de sus ciudadanos» y que se aleje del «neoliberalismo salvaje». «Ahí tenemos el Fondo de Recuperación y el éxito en las negociaciones para alcanzar lo que es un logro colectivo, de todo el país, y que nos aleja de la senda de las recetas neoliberales del pasado, que tanto sufrimiento han creado», añadió Iglesias. de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, así como por otras altas autoridades de Exteriores.
Don Felipe recordó el «gran cambio» que ha experimentado la política exterior a lo largo de la democracia –«hace 40 años España volvía al mundo», dijo– y destacó que ese cambio «habría sido imposible sin la voluntad de servicio, el trabajo bien hecho y el sacrificio personal» de los diplomáticos españoles.
El Rey también destacó los «pasos determinantes» que ha dado la Unión en estos últimos meses «para convertir a Europa en un actor global influyente» y para ser capaz de «afrontar los desafíos con garantía de éxito». Además, se refirió al cambio climático y a las crisis migratorias, dos fenómenos a los que España es «especialmente vulnerable» por su situación geográfica.
Trabajo por delante
Con la intervención del Jefe del Estado concluyó una reunión que, según fuentes diplomáticas consultadas por ABC, no se ha celebrado en el mejor momento posible. Con el coronavirus todavía muy presente en todo el mundo, no han podido reunirse en Madrid todos los embajadores desplegados en el extranjero, por mucho que los ausentes de manera presencial se conectaran al cónclave a través de videoconferencias.
Al margen de esta circunstancia, citas como estas gozan de partidarios y detractores casi a partes iguales dentro del mundo diplomático, al margen de la tendencia política de cada uno. Hay quienes, como han comentado a este diario, no consideran que encuentros así sean realmente útiles.
Argumentan que, al tener en cada territorio unas prioridades tan distintas, poco se puede sacar en claro de estas convenciones, más allá de unas líneas maestras demasiado generales. Por otro, hay diplomáticos que sí valoran la reunión, aunque exponen que siempre son más operativas –y también más baratas– las conferencias regionales. En ellas se dan cita embajadores de territorios cercanos, que tienen más problemas en común y que, por ende, pueden trabajar con mayor concreción a la hora de abordarlos.
En cualquier caso, las fuentes consultadas coinciden en que en España los diplomáticos tienen mucho trabajo por delante. En medio de una situación de inestabilidad política como la de los últimos años, el país ha tenido que enfrentarse a desafíos de calado en el tablero internacional de los que no siempre ha salido bien parado. Cabe recordar los problemas con Marruecos a costa de la inmigración ilegal, el revés de Estados Unidos al alinearse con Rabat en la cuestión saharaui o el complicado equilibrio político de España con Venezuela. No es difícil pronosticar que, pese a la estabilidad que avanzó Laya, el carácter bicolor del Ejecutivo tampoco jugará a favor de una estrategia unitaria.