Mantiene sus dudas sobre la ampliación del toque de queda y aplaza el debate al Interterritorial de hoy
El Gobierno busca medidas de contención del virus y se resiste a tocar el estado de alarma ▶
Las autonomías han salido en tromba a reclamar al Gobierno «un nuevo estado de alarma», y el Ejecutivo de Pedro Sánchez no se ha cerrado en banda a hacerlo. Pero mantiene sus dudas, las que ha venido deslizando desde el pasado fin de semana. Desde La Moncloa responden que, de momento y sobre todo hasta que se debata hoy de tú a tú con los 17 consejeros en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el decreto actual del estado de alarma ya deja margen suficiente para aplicar otras restricciones y maniobrar para frenar al virus. Que quedan instrumentos.
En el debate sobre el cambio en las franjas horarias del toque de queda, el Ejecutivo no se compromete a adelantarlo a las 20.00 horas como piden numerosas autonomías (también socialistas); solo promete escuchar a las regiones esta tarde. Así que la ministra portavoz María Jesús Montero anima, por el momento, a exprimir todas las capacidades que deja el estado de alarma y sus competencias propias para adoptar restricciones sin necesidad de abordar cambios de mayor calado, considera.
Castilla y León ya multa
Ampliar y adelantar el toque de queda en dos horas (hasta las 20.00) no es una de ellas, reprochan los consejeros del ramo. De hecho, la única comunidad que ha impuesto ese horario restringido desde el sábado es Castilla y León, que ya sanciona a quienes incumplen la restricción, a pesar de que la medida está ahora mismo en los tribunales. El Tribunal Supremo comunicó ayer que da diez días de plazo a la región presidida por Alfonso Fernández Mañueco para que presente sus alegaciones contra el recurso que interpuso el Gobierno en su contra, al objetar que está fuera del marco legal.
En el debate de hoy, Mañueco no se quedará solo y su petición será respaldada por un reguero de regiones, opor lo que en principio ese asunto sí se presenta controvertido en la agenda de hoy. María Jesús Montero, no obstante, quiso despejar la cuestión en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros celebrado ayer y señaló que «en la lucha contra el virus no cabe la polémica», aunque Salvador Illa, ministro de Sanidad, había dicho poco antes en una entrevista concedida a la emisora Ser Cataluña, que «cualquier medida que afecte a la movilidad requiere de herramientas jurídicas» y modificaciones que solo cabrían dentro del paraguas del estado de alarma. «No quiero tener una postura de cierre a escuchar nada, pero las medidas se deben valorar bien y con seguridad jurídica», dijo. En la reunión de hoy se van a evaluar todos esos instrumentos a disposición de las autonomías, comunicó el Ministerio de Sanidad.
Ciertamente la discordia está servida, por mucho que lo negase Montero, y las comunidades trasladarán que lo fían todo a esta limitación, puesto que los cierres de hostelería, perimetrales y de comercios ya los han adoptado y la incidencia acumulada sigue ganando números (ayer, la del conjunto nacional se disparó a los 714 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días). Las dos últimas regiones en solicitar al Gobierno que se lo replantee y modifique su rechazo inamovible hasta el momento fueron la Comunidad Valenciana, dirigida por el socialista Ximo Puig, y la vasca, con el lendakari Iñigo Urkullu, quien subrayó que su Gobierno impondrá reuniones de no más de cuatro personas en toda la comunidad y también reclama adelantar a las 20.00 horas la limitación nocturna.
Junto a la presión autonómica, los partidos de la oposición, como PP y Cs, reclamaron ayer al Gobierno que «deje de hacer la estatua y abra el paraguas jurídico» (dijo Inés Arrimadas) para que las regiones amplíen el toque de queda. Desde Génova, Teodoro García Egea no quiso fijar posición respecto al toque de queda y tampoco compromete su apoyo a esa modificación. Los populares exigen un marco y una estrategia nacional contra el virus que fije unos «criterios básicos» y «homogéneos y no un estado de alarma a la carta». Emplazan a Pedro Sánchez a explicar en el Congreso la «hoja de ruta» con la que pretende levantar un dique frente al patógeno.