Comparecencia en O Hórreo Feijóo propugna que las FFP2 sean obligatorias en el transporte público
▶Se lo expondrá mañana a Sánchez, a quien pedirá ampliar el toque de queda, calendario de vacunación, legislación ante el Covid y reparto objetivo de fondos
Con el margen de acción que deja el inmovilismo del Gobierno a la hora de acometer la tercera ola del Covid, Alberto Núñez Feijóo despachará mañana con Pedro Sánchez, en Madrid, con seis propuestas bajo el brazo para seguir afinando la respuesta de Galicia al virus. Lo anunció ayer en O Hórreo, durante la comparecencia para dar cuenta de la gestión de la pandemia. Y de la media docena de demandas la que más llamó la atención, por novedosa, fue la que lleva al primer plano el debate sobre si «debe hacerse obligatorio el uso de máscaras FFP2». El presidente de la Xunta planteará al del Gobierno que «a nivel de todo el Estado evalúe este asunto y dé pronta respuesta a la lógica inquietud de muchos ciudadanos». Recordó que «hay países que están aplicando» ese carácter obligatorio —como Alemania y Francia—, y esto «tiene una implicación sanitaria de disponibilidad y de coste que debemos afrontar de forma conjunta».
Lo que pedirá Feijóo son «directrices claras» al respecto. No aboga por imponer la FFP2 «siempre, en ningún caso», puntualizó, pero citó un ejemplo concreto: «En el transporte público. ¿Debería ser obligatorio? En mi opinión, sí». «Daría confianza que el Gobierno aclare si la FFP2 puede ser obligatoria en determinados aspectos, lugares y conductas sociales. No estoy prejuzgando la respuesta, estoy trasladando unas reflexiones del comité clínico», acotó. «No estoy intentando inventar nada ni ir contra nadie, creo que es necesaria una contestación clara», incidió después de que el secretario general del PSOE gallego, Gonzalo Caballero, le acusara de «intentar escapar en un debate» sobre mascarillas. «Prefiere lanzar dudas en lo que no es fundamental y no tener que» asumir «responsabilidades», espetó.
El presidente de la Xunta detalló que el estudio de este asunto debe incluir «medidas económicas, porque la FFP2 cuesta mucho más que la quirúrgica». «Es razonable que concretemos en qué umbrales y contextos es necesario llevar esa mascarilla», resumió. El mandatario avanzó que, además, pedirá a Sánchez que se reconsidere la negativa a no ampliar el toque de queda, así como a aprobar una ley ad hoc para afrontar la pandemia; promover un «consenso nacional sobre teletrabajo», como ya defendió el lunes; que «se fije en los próximos días» un «calendario de vacunación definido, de principio a fin»; y, por último, «criterios objetivos respecto de los fondos habilitados para las comunidades autónomas».
Críticas al Gobierno
En estas dos cuestiones específicas (vacunas y fondos) volvió a mostrarse muy crítico el presidente con el trato que está dispensando el Gobierno central a Galicia. Sobre las vacunas, tildó de «sorprendente» que la Comunidad reciba el 5% de dosis cuando su población representa el 5,7%. Según sus cálculos, la merma por el reparto que hace el Ministerio de Sanidad es de 9.000 antídotos. «Podríamos inmunizar a toda la población en dos meses», proclamó, de recibirse las vacunas suficientes. Y aún confesó, en otro momento, que de forma premeditada no quiso que se publicitara que en Galicia se extraían desde el principio seis dosis por vial. «Calladitos, como siempre, actuando». En cuanto a los fondos para la recuperación, «los criterios cambian, pero curiosamente siempre ganan los mismos». Casualmente, los «socios parlamentarios del Gobierno central». Insistió en que Galicia debería haber percibido 570 millones adicionales.
En este misma línea de fuerte carga crítica en dirección a La Moncloa, Feijóo consideró «triste que el Gobierno central se mantengan en un segundo plano» ante la pandemia, y ve «sintomático que cuando toda España vive el pico de una tercera ola, de grandes dimensiones, asistamos al relevo nada más y nada menos que del ministro de Sanidad o el despliegue de miembros del Ejecutivo en actos de campaña electoral». Y aún así, «lo más grave es que aún por encima de todo se niegue a las comunidades autónomas los instrumentos que consideramos necesarios», «Se niegan evidencias y se demoran medidas», cargó, mientras se suceden «errores pertinaces», ahora, en el tsunami posnavideño, porque «hay que celebrar a toda costa unas elecciones en Cataluña».
Todavía en su obertura, que arrancó con un recuerdo a las víctimas de la pandemia, reconoció, por un lado, que no se sabe «cuándo va a acabar todo esto», porque prefiere «no crear falsas expectativas», y tampoco puede afirmar «si serán necesarias medidas más rigurosas» tras las nuevas limitaciones, pero «sí sabemos que, de ser imprescindibles, la Xunta las aplicará». Decisiones con las que «intentamos ser contundentes y proporcionados». La premisa: «No pasarse por exceso ni por defecto», en un «ejercicio bien complejo».
En línea con sus alocuciones desde San Caetano, admitió que «no es un consuelo» el hecho de «estar mejor que la media» de España en incidencia y ocupación de UCI y camas hospitalarias por Covid, porque «la progresión nos preocupa». La baja prevalencia de los gallegos y las nuevas cepa explican la peligrosidad de la nueva ola. Del otro lado, del que llama a no caer en el fatalismo, un sistema sanitario que «está mejor preparado para dar respuesta a esta tercera ola», con un 70% más de camas UCI y mayor capacidad diagnóstica. Explican, reivindicó, que en comparación con el pico de abril el porcentaje de positivos que acaban en UCI pasara del 17,7% al 5,1%; y en UCI, del 3,02% al 0,8%. La víspera se habían realizado 18.000 pruebas, entre PCR y antígenos; en un día se diagnostica más que en toda una semana de la pasada primavera.
«Espacio para la lealtad»
Hubo, en el primer turno, apelación a la oposición: «Entre el aplauso que no pedimos y la crítica sistemática hay espacio para la lealtad; no con un Gobierno específico, sino con un pueblo que está sufriendo una prueba inédita. No pido un apoyo personal o emocional, que también cabría, sino que no limiten su función a la política del regate corto. La situación exige mucho más. Afrontar juntos la pandemia y no hacer partidismo». Nacionalistas y socialistas soslayaron este llamamiento. Para empezar, cero valoraciones a las propuestas de Feijóo para Sánchez, más allá del ataque de Caballero al debate de las FFP2. No fue por falta de tiempo: algo más de tres horas se prolongó el primer punto en el orden del día de la segunda jornada del Pleno en O Hórreo. Tanto el socialista como la nacionalista fueron a lo suyo.
La líder del Bloque insistió con su bien conocida receta: un «confinamiento de dos semanas, ampliable si fuese necesario». Considera que se trata de la «única medida que puede cortar de raíz la dramática cadena de contagios» y acusó al mandatario de «cobardía política inaudita», porque «pide autoconfinarse» a la población, esto es, «que haga lo que usted no es capaz de pedirle al presidente del Estado». Fei