Saquean, buscan poseer chicas aunque el Corán lo prohíba... Esperamos a los rusos para «neutralizarlos»

YA, ya sé que casi todo es Covid y vacunas, crisis económica, elecciones catalanas y rifirrafes en el Gobierno. Es evidente que la pandemia nos está cerrando la perspectiva pero yo me niego a perder de vista por dónde va el mundo. Al menos el mundo que más nos afecta.

Mensaje que me reenvía la profesora Pilar Laguna. Firma Juan José Aguirre, obispo de Bangassou (República Centroafricana): Noticias de Juanjo desde Bangassou.

«Seguimos en tensión porque los rebeldes siguen muy cerca. Los cascos azules marroquíes no tienen mandato para atacar a nadie, aunque el otro día les mataran a uno de los suyos. Los ruandeses, que tantas esperanzas nos dieron, han venido solo para proteger la base marroquí y a las autoridades allí escondidas, no para echar a los rebeldes.

Así están en Bangassou 300 militares mirándose el ombligo desde hace 10 días.

Ayer llegaron a pie, 30 km, dos padres espiritanos de Niakari, huyendo, con los pies como botijos. Han estado 20 días escondidos en la selva junto a muchos desplazados. La ciudad de Niakari, a 15 km de Bangassou, está tomada por los CPC, que han saqueado todo... desde la misión donde vive el jefe Mahamat Sallet, hasta hospitales, escuelas y casa por casa.

Saquean, buscan chicas para poseerlas por la fuerza aunque el Corán lo prohíba, roban... El jefe se ha instalado en la misión y usa el Toyota que nos robó hace tres años en Nzacko.

Esperamos que fuerzas rusas y centroafricanas puedan venir a echarlos o a “neutralizarlos” como pasó la semana pasada en Boda, al oeste del país.

Mientras, el 80% de la población sigue en las arenas o en la selva. Se hace duro, aunque sabemos que Dios estará con nosotros hasta el final de los días. Nunca nos abandonará».

Firma Juanjo Aguirre, obispo de Bangassou en República Centroafricana.

PD: Y ahora, con este cuerpo, sigamos con las elecciones catalanas y con la última estupidez que haya dicho el líder supremo ¡Oh! amado líder chavista.

Me niego a seguir el guión que nos marca la agenda partidaria.