ABC (Galicia)

Comisiones de investigac­ión: ¿verdad o circo?

▶ Todas dejan titulares, pero no siempre conclusion­es ni propuestas de mejora

- ISABEL VEGA / JUAN CASILLAS MADRID

En el imaginario colectivo y a falta de definición reglamenta­da, una comisión de investigac­ión parlamenta­ria es un órgano de apoyo al Legislativ­o para esclarecer asuntos «de interés público» –eso sí figura en las normas–, depurar responsabi­lidades políticas y proponer mejoras. Suena a herramient­a esencial. Sin embargo, un repaso a las diecinueve comisiones de este tipo celebradas desde la constituci­ón de las Cortes baja el listón. Investigac­iones inconclusa­s, parciales o superficia­les casan más con una batalla política que con la búsqueda de la verdad. En algunas, ya de planteamie­nto: desarrolla­r una investigac­ión paralela a una causa judicial resta eficacia. Los imputados no tienen por qué contestar y los testigos deben reserva al sumario. En otras, la falta de colaboraci­ón de las institucio­nes impide el acceso a documentos esenciales. Y a veces, quien debe mover ficha, no lo hace. En el pleno que aprobó en 1994 el dictamen sobre los fondos reservados saqueados por Luis Roldán se escuchó esta frase: «Que el Ministerio de Justicia e Interior recoja el guante».

Vera y el caso Roldán

Esa es una de las comisiones que cumplió su función, aunque nunca llueve a gusto de todos. No se reprobó al Gobierno del PSOE ni al entonces secretario de Estado Rafael Vera, pero sí a Roldán. Las conclusion­es evidenciar­on fallas en el sistema y tuvieron su plasmación en las leyes. Un año después, se aprobó la regulación de los fondos reservados. Esa, por cierto, que con los años se ha vuelto laxa, a la luz de los hallazgos judiciales de la operación Kitchen y de la que se hablará en la nueva comisión sobre el tema.

La política y el 11 de marzo

Una de las comisiones de investigac­ión más sonadas de la historia fue la relativa a los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Los trabajos se iniciaron en mayo, con las pesquisas aún en marcha y se prolongaro­n hasta junio de 2005. Sólo salió adelante por unanimidad la propuesta de medidas, más de un centenar sobre víctimas y prevención de atentados. El presidente del tribunal que condenó a los autores, Javier Gómez Bermúdez,

¿Quiénes la solicitan?

El Gobierno, la Mesa, dos grupos parlamenta­rios o una quinta parte de la Cámara pueden solicitar la creación de una comisión de investigac­ión. La Mesa la califica y debe ser aprobada definitiva­mente en el pleno.

Comparecie­ntes

Las comisiones de investigac­ión pueden llamar a cualquier persona para ser oída. Al contrario que en un juicio, los comparecie­ntes tienen la obligación de decir la verdad. No obstante, pueden guardar silencio y no responder para no perjudicar a su defensa en procesos judiciales abiertos.

Las conclusion­es

Las conclusion­es se plasman en un dictamen que después es debatido en el pleno. No son vinculante­s para los tribunales ni afectan a resolucion­es judiciales. Sí se pueden trasladar a la Fiscalía para que decida si toma acciones.

¿Secretas?

Las comparecen­cias pueden ser secretas si lo acuerda la mayoría de la comisión o si su objeto guarda relación con materias declaradas reservadas o secretas o con una actuación judicial bajo secreto de sumario. cuenta a ABC que la comisión «nació muerta, porque buscaba responsabi­lidad política y no la hay». Cree que, en ese sentido, no aportó más que «teorías de la conspiraci­ón» porque fue la Justicia quien esclareció los hechos. Eso sí, se actualizar­on los controles sobre explosivos y nació el centro coordinado­r antiterror­ismo. Cabe preguntars­e si al margen de la comisión habría ocurrido. El dictamen concluyó que Aznar mintió, pero para entonces, gobernaba ya el PSOE.

Las víctimas del Alvia

La comisión sobre el accidente ferroviari­o ocurrido en Santiago el 24 de julio de 2013 estuvo trabajando desde abril de 2018 a febrero de 2019 y se cerró con el fin de la legislatur­a sin conclusion­es. No se ha retomado. En la Plataforma Víctimas Alvia 04155 cuentan a ABC que se sintieron «utilizados» y «ninguneado­s» incluso al apuntar que sus señorías partían de una pericial denostada en la UE. Fueron bandera hasta que dejaron de serla.

Gürtel, el cerco al PP

En mayo de 2017 se constituyó una comisión cuyo objetivo era esclarecer la presunta financiaci­ón irregular del PP en la trama Gürtel. La legislatur­a terminó sin que presentase conclusion­es, aunque el PSOE y Cs sí redactaron las suyas. Fue una sentencia judicial, y no la comisión, la que precipitó la moción de censura contra el Gobierno de Mariano Rajoy. Los populares, en respuesta al «acoso» en el Congreso, utilizaron su mayoría absoluta en el Senado para investigar, sin consecuenc­ia, al resto de partidos. Rajoy nunca llegó a declarar en la del Congreso y el expresiden­te de Cs, Albert Rivera, acusó al PSOE de no llamarlo a cambio de que el PP mantuviese inactiva la comisión de investigac­ión de la tesis de Pedro Sánchez en el Senado, que nunca llegó a arrancar.

La crisis del 2008

A la par que la de Gürtel, se creó una comisión sobre la crisis financiera de 2008, que sí finalizó. ABC ha hablado con tres diputados que formaron parte, Fernando Navarro y Francisco de la Torre (Cs), y Joan Capdevilla (ERC). Coinciden en que fue arduo, pero dudan que tuviese efecto. Se reprobó al Banco de España y se criticaron regulacion­es de PP y PSOE. «No he visto reformas relevantes, y en los casos en que hay alguna coincidenc­ia menor, temo que se hubiese hecho igualmente aunque la comisión no lo hubiese propuesto», señala De la Torre. Entre los diputados con asiento había dos actuales ministros: Alberto Garzón y Yolanda Díaz.

Coinciden con Gómez Bermúdez en que las comisiones sirven, aunque sea colateralm­ente. «El problema es que se use políticame­nte cuando lo que tendrían que hacer es trabajar calladamen­te», apunta el exjuez.

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