La máquina que escribe como tu autor favorito
El hacker Chema Alonso ha diseñado una inteligencia artificial capaz de imitar el estilo de cualquier novelista; de momento ha empezado con el Pérez-Reverte de Alatriste
En la década de los cincuenta, el matemático Théo Lutz y el lingüista Max Bense lograron que un ordenador pergeñara unos cuantos versos en alemán con el vocabulario sacado de «El castillo», de Kafka. Aquel experimento pasó a la posteridad como el primer poema computacional, y desde entonces hasta hoy las relaciones entre creación literaria y programación no han hecho más que crecer y extenderse en varias direcciones. Ya en su día el mismísimo Antonio Machado imaginó la posibilidad de que una «máquina de trovar» saciara el apetito lírico de las masas, un cachivache que ya no suena a locura. Sueño para unos, pesadilla para otros, en el horizonte está la certeza de que algún día los robots sabrán escribir literatura. Si lo harán mejor que nosotros, esa es otra historia.
Aunque aún estamos lejos de esa arcadia tecnológica, cada vez tenemos más instrumentos que desafían los límites de la escritura y nos obligan a plantearnos cuánto hay de inimitable en el arte humano. Qué no podrá igualar la informática nunca. Para el caso, el último hito del hacker Chema Alonso, que ha creado un sistema de inteligencia artificial (IA) capaz de copiar el estilo de cualquier autor. Según explica el informático al otro lado de la pantalla, la idea es que el programa coge cualquier texto y lo modifica atendiendo al registro léxico y a las construcciones gramaticales que usa una firma concreta. De momento, su modelo es el Arturo Pérez-Reverte de Alastriste, aunque esta herramienta, subraya, puede adaptarse a cualquier voz. Al invento lo ha bautizado como Proyecto Maquet.
Todo empezó, tal y como cuenta el ingeniero, en septiembre de 2020, cuando empezó a coquetear con este tipo de artilugios. Entonces, se le ocurrió que sería interesante generar un sistema para adaptar textos «al estilo de», y decidió empezar por una de sus sagas favoritas. «Llamé a Pérez-Reverte y me dijo que adelante», recuerda. Después de aquello se lanzó a programar, y entrenó la IA con el vocabulario de las novelas protagonizadas por Diego Alatriste y Tenorio. Lo siguiente que hizo fue escribir un cuento con Íñigo Balboa y el espadachín Malatesta como personajes centrales, y pasarlo luego por este singular filtro para «revertizarlo».
Ahí va una muestra de las capacidades de este algoritmo. La narración original arrancaba así: «Las callejuelas de Madrid no son lugar para perderse a según qué horas. Maleantes, viejos soldados saliendo de las mancebías y cuchilleros a sueldo con muchas damajuanas a cuesta y pocas mujeres que los hayan calmado dispuestos a hacer un trabajo gratis por mantenerse en el negocio...» Esta es la versión de la máquina: «Las callejuelas de Madrid no son lugar para acuchillarse a según qué horas. Maleantes, soldados de acero abrochándose y saliendo de las mancebías y cuchilleros a sueldo con muchas damajuanas a cuesta y pocas mujeres que los hayan sosegado que quieren hacerlo gratis por benevolencia con el negocio...»
Lecturas Chema Alonso ha alimentado su invento con los textos de Alatriste, pero también con el Quijote