«Quisiera creer que los seres humanos somos insustituibles»
Ah, si el bueno de Kurt Vonnegut siguiese aún por aquí… Seguro que hubiese encontrado la manera de arrojar a Kilgore Trout, su atribulado y fabulosamente subterráneo paladín de la ciencia ficción, a los pies de algún perverso algoritmo para, acto seguido, dejar que el absurdo obrase su magia. Hubiese sido, no lo duden, algo digno de ver. Casi tanto como fantasear con la posibilidad de cerebros sintéticos y cultivados, algo así como una Skynet con más creatividad y menos pulsión homicida, suplantando a escritores y reemplazándolos por versiones sintéticas de sí mismos. Máquinas de escribir en el sentido más estricto del término que, llegado el momento, puedan replicar sin problemas a autores de éxito, retomar la obra de ilustres superventas caídos en desgracia o, peor aún, fallecidos décadas atrás, e idear nuevas e infalibles entregas de exitosas sagas. Y todo sin protestar ni poner caras largas ante una maratoniana jornada de promoción. Así que, ¿quién dijo miedo? «Ningún miedo. Al revés, a los autores de género nos fascinan estas cosas», subraya Ricard Ruiz Garzón, sospechoso habitual de la literatura fantástica y responsable de antologías como «Mañana todavía: doce distopías para el siglo XXI» o «Insólitas. Narradoras de lo fantástico en Latinoamérica y España», esta última junto a Teresa López-Pellisa. Para el también autor de «Mangata», «la Inteligencia Artificial» es el futuro, o al menos uno nuestros futuros», por lo que de nada serviría darle la espalda. «Las IA y los robots evolucionarán, e impedirles hacerlo, o temerlo, sería una forma intolerable de especismo», apunta. Además, añade Ruiz Garzón, «para como se escriben muchos libros lo puede hacer perfectamente una máquina, y no falta tanto». Otra cosa, matiza, es «el talento, la creatividad, el arte, o simplemente cierta gracia». «Eso tardará algo más», aventura.
Algo más escéptica se muestra Elia Barceló, una de las grandes voces de la ciencia ficción contemporánea. «Tengo la sospecha de que en un futuro no demasiado lejano habrá inteligencias artificiales especializadas en combi