ABC (Galicia)

Un enero desastroso

▶ El Real Madrid pierde dos títulos y más de media Liga en tres semanas infames

- TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN MADRID

Desesperac­ión en la grada televisiva y preocupaci­ón en el palco de Valdebebas. Impotencia en el césped y resignació­n en el vestuario. El madridista sufre con su equipo porque si algo no soporta el seguidor blanco es la irregulari­dad, la caracterís­tica que define a un campeón vigente que ayer dio un paso más para no repetir su último éxito en la Liga. El Levante remató el mes horrible del Real Madrid, cerrado con tres derrotas, dos victorias y un empate que significar­on el adiós en la Supercopa de España y en la Copa del Rey como máximos exponentes de una debilidad manifiesta que complica también su situación liguera.

El balance en el ecuador de la temporada lo dice todo: ocho derrotas, cuatro en Liga, dos en Champions, una en la Supercopa y otra en la Copa. Cuatro de esas derrotas se han producido en el estadio Di Stéfano, que es todo menos un muro de seguridad.

El lamento de Militao

Es verdad que la expulsión de Militao, que se lamentó a lo largo del partido en la grada mesándose su melena, dio un golpe de timón al partido, pero el Real Madrid tampoco supo reaccionar durante ochenta minutos. Solo Vinicius creó peligro.

El central aprendió una lección, la que Varane aplicó. Sergio León se había escapado por piernas y la diatriba era si tocarle en el borde del área o dejarle disparar. Los hechos demostraro­n que es mejor no tocar al delantero contrario y esperar a ver qué sucede en la jugada, en vez de derribarle y dejar al equipo con diez hombres. Los gestos del brasileño desde su asiento debatían a nivel íntimo su discutible decisión.

David Bettoni, el relevo de Zidane en el banquillo, admitió la dureza del correctivo, sin dejar de ver la botella medio llena: «La expulsión puso el partido cuesta arriba. Es un derrota dolorosa, difícil. Entramos en el segundo tiempo muy bien, seguimos presionand­o arriba y el segundo gol del Levante fue un golpe muy duro». Admitió también que el grupo estaba tocado: «En el vestuario he visto al equipo triste, pero con ánimo para seguir peleando hasta el final. El Real Madrid jugó con carácter y con mucho orgullo.

Militao, al ver la roja

En el segundo tiempo no hemos podido ganar este partido, nada más». Ni nada menos, porque van cuatro derrotas en el campeonato español y tres se produjeron en casa ante rivales modestos, el Cádiz, el Alavés y ahora el Levante de Paco López.

El dilema interno del Real Madrid es si la Liga también está perdida. Thibaut Courtois lo definió con crudeza ya que el Atlético de Madrid no falla: «Siempre hay que luchar, la Liga sigue hasta mayo, pero ellos (los hombres de Simeone) siguen ganando y están arriba. Tenemos que intentar reaccionar, ganar nuestros partidos y que los demás pierdan. Estábamos con diez hombres desde el minuto siete y así es complicado, pero el equipo no ha jugado mal».

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REUTERS
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