Un Madrid sin fútbol y dividido
▶ El club critica los arbitrajes, pero admite que el equipo no puede seguir en esta línea
La indignación por los arbitrajes es una realidad intrínseca del madridismo que no esconde la autocrítica interna. En el seno del club se valoraban ayer las decisiones arbitrales en el duelo del Atlético en comparación con las de los partidos del Real Madrid, pero la reflexión interna era muy dura. «Esto no puede seguir así, hay que reaccionar», señalaba un profesional de la entidad. El análisis empresarial señalaba que se acusa en el equipo una falta de implicación, de compromiso, que puede estar ligada a la desconexión que se ha producido entre el club y la plantilla a raíz del rechazo inicial del vestuario para firmar una nueva reducción del diez por ciento de su sueldo. Posteriormente, la casa ha contactado con los futbolistas y varios ya han aceptado esa rebaja, pero el ambiente interno no es el idóneo, porque la situación contractual de Ramos y de Lucas afecta en el rendimiento del grupo. El capitán no puede ser el gran capitán cuando quizá no lo sea el 1 de julio. Eso se palpa en el aire de Valdebebas.
Mientras se mascullaba todavía en la cúpula de la entidad el perjuicio arbitral vivido ante el Levante, caldeado por la comparación con el líder, con miles de mensajes de madridistas enojados abogando por la Superliga, el juicio de la casa era que Zidane debe conseguir unir otra vez a la plantilla y lograr esa reacción. Es su primera misión y la comenzará a hacer con sus charlas desde casa, ayudado por Bettoni en el campo, a la espera de superar el coronavirus y regresar a Valdebebas. Los suplentes señalan que el entrenador solo habla con los titulares y esa creación de dos grupos ambientales en la cocina blanca ha afectado también al rendimiento. El club ha pedido a Zizou que introduzca de verdad a los reservas en la dinámica del equipo y les conceda más partidos para que adquieran de una vez ritmo de competición, pues esa segregación competitiva se nota en hombres como Militao, Odriozola, Vinicius y Mariano cuando saltan al campo.
El Atalanta marca el futuro
La entidad desea que Zidane haga cambios y conceda de nuevo el protagonismo a Vinicius, que fue titular en la remontada de victorias de diciembre y después fue descartado como tercer extremo izquierda, tras Hazard y Asensio. Lo mismo les sucedió a Valverde y Rodrygo, ahora lesionados, que también le sacaron las castañas del fuego.
La dirección deportiva quiere que el técnico cuente especialmente con los tres, Vinicius, Rodrygo y Valverde, para revolucionar el juego y las estrategias de un equipo que es veterano, lento y de un juego horizontal, cansino, previsible. Su reto es devolverles la confianza. El estudio interno del equipo destaca que hace falta realizar un fútbol más rápido, volver a los pases largos a Vinicius y a explotar la potencia de Valverde. Lo que se exige en realidad al francés es un cambio de esquema. Otro Real Madrid. El estilo actual, el once de siempre, se ha quedado obsoleto y exigirá otra revolución más grande en el verano. Ahora hay que hacer una renovación de urgencia para salvar los muebles en este curso.
El reto es dar un salto adelante en un mes, ante el único objetivo real que le queda al Real Madrid esta temporada: la Champions. «Hay que superar al Atalanta como sea», manifestaban dos directivos de la empresa. La eliminatoria de Copa de Europa marcará el devenir de la entidad. Desde ahora, con el campeonato nacional muy lejos, el trabajo del equipo será intentar hacer una Liga digna, clasificarse en los puestos de Liga de Campeones y centrar sus esfuerzos en Europa.
«Hay que ser responsables»
La entidad quiere acabar con esa imagen de falta de compromiso, de falta de juego, incluso de una falta de actitud que no es real. «Quieren, pero no pueden», advertía un profesional de la casa. Es la situación moral la que afecta a los futbolistas. «En el campo se les vio cabizbajos, sin protestar ni las entradas duras del rival que podían ser tarjeta. Hubo brazos caídos y eso no puede ser en el Real Madrid». Este dato lo decía todo en el club: «Protestó más Ramos desde la grada que los jugadores en el césped».
La cúpula ha solicitado firmeza al cuerpo técnico y los jugadores: «Esto no puede seguir así, hay que ser responsables de lo que nos jugamos. Hay que buscar soluciones. Debemos jugar con más garra».
Ambiente La difícil situación contractual de Ramos y Lucas afecta en el rendimiento del grupo
La Champions Pide la reacción de la plantilla, garra, y cambios en el once para atacar el último objetivo: la Champions