El tecnócrata Draghi saca su perfil político
▶ El M5E, al principio en contra, se muestra ahora abierto a votar a su favor
Era visto como un técnico y sus críticos lo califican de tecnócrata. Pero Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo, dotado también de evidentes dotes políticas, como ha demostrado en sus contactos internacionales al más alto nivel, tendrá que conformar un gobierno con la imagen de político. Así lo exige el Movimiento 5 Estrellas, el partido de mayoría relativa, con el 30% de parlamentarios. El M5E ha sido siempre contrario a un gobierno técnico y a las «elites» financieras que, según los miembros más radicales y populistas del Movimiento, Draghi representa. El gran dilema en este momento es si, tras las consultas con los partidos políticos iniciadas ayer, Mario Draghi podrá formar un gobierno técnico o, como le piden algunos líderes, un gobierno político. Draghi, por encima de todo, es un pragmático, nunca identificado con un partido, pondrá en juego toda su capacidad técnica, que es mucha, según le reconoce todo el mundo, y también la política, que no es poca.
Al final podría resultar un híbrido, con más o menos la mitad de los ministros políticos y otra mitad de técnicos. Sobre este dilema le ha dado un consejo el presidente de la República, Sergio Mattarella, basado en su larga trayectoria política (ministro de Defensa, Educación, de Relaciones con el Parlamento y Vicepresidente): encuentra la forma –le habría dicho Mattarella– de dejar claro que tu gobierno no ignora la política, haciéndoles comprender que no vas a actuar como un comisario en el Parlamento. Con esta indicación el presidente quería hacerle ver a Draghi –según han filtrado fuentes del Quirinal a algunos medios– que debía marcar una diferencia con otros gobiernos técnicos o institucionales que fueron percibidos como alejados y ajenos al escenario parlamentario. Por eso, con la lección aprendida, Mario Draghi, dijo en su primera declaración: «Con mucho respeto, me dirigiré en primer lugar al Parlamento, expresión de la voluntad del pueblo. Confío en que la unidad surja de las discusiones con partidos y grupos parlamentarios y del diálogo con las fuerzas sociales, y con ello la capacidad de responder de manera responsable y positiva al llamado del presidente de la República».
En cualquier caso, Mattarella dejó las manos libres a Draghi, mientras a los políticos les hizo un dramático llamamiento para que lo apoyaran: «Pido a todas las fuerzas políticas presentes en el Parlamento para que den confianza a un gobierno de alto perfil, que no debe identificarse con ninguna fórmula política». Es decir, debe estar abierto a todas las tendencias.
Más dinero que Monti
Por tanto, parece claro que Italia no repetirá la experiencia del último gobierno técnico que encabezó el profesor Mario Monti, un primer ministro tecnócrata (2011 – 2013). Aparte de que Mario Draghi es mucho más político que Monti, habrá una diferencia fundamental: Monti siguió a rajatabla la política de austeridad y rigor en las cuentas públicas, impuesta por Bruselas y Berlín, con el objetivo de evitar la bancarrota de Italia, cuando la prima de riesgo estaba en 560 puntos. En cambio, el gobierno que forme Mario Draghi tendrá una montaña de dinero para gastar: 209.000 millones de euros del Fondo de Reconstrucción. Además, su designación para formar gobierno ha supuesto tal alivio en los mercados y en Bruselas, que la prima de riesgo ha bajado de los 100 puntos por primera vez desde el año 2015, cerrando ayer a 99 puntos, mientras la Bolsa de Milán volvía a ser la mejor de Europa (+1,65 %) y se situaba en máximos del año.
Terremoto político
Relacionado también con dilema gobierno técnico o político, la designación de Mario Draghi para formar gobierno causó un terremoto político en los partidos. El presidente de la República se había dirigido al país en términos muy dramáticos, subrayando que se vivía «un momento crucial para el destino de Italia», lo que hacía necesario recurrir a Mario Draghi. En las primeras horas, surgió una cierta resistencia contra Draghi en algunos partidos, dando la sensación que no habían querido entender la gravedad del mensaje de Mattarella, en particular la corriente más populista del Movimiento 5 Estrellas, hasta el punto de anunciar su voto contrario. Pero la noche trae buen consejo. Ayer hubo una novedad importante, que ha permitido allanar el camino a Mario Draghi: el líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, pidió a sus parlamentarios «madurez» y mostró una clara apertura para apoyarlo.
Un gran dilema El gran dilema es si, tras las consultas con los partidos políticos iniciadas ayer, Draghi formará un gobierno técnico o, como le piden algunos líderes, uno político
Alivio en los mercados Su designación para formar gobierno ha supuesto tal alivio en los mercados y en Bruselas, que la prima de riesgo ha bajado de los 100 puntos