Arbitran en Japón, Armenia o EE.UU.
Más allá de Mundiales, Eurocopas o partidos europeos, los colegiados españoles son reclamados para dirigir duelos calientes en todo el mundo
Marzo de 2018. El presidente del Paok de Salónica irrumpe en el césped, pistola al cinturón, amenazando al árbitro tras haber sido anulado un gol a su equipo. Semanas después, Fernández Borbalán viajaba a Grecia al frente del equipo de árbitros españoles elegido para dirigir la final de la Copa entre ambos equipos. Un choque de alta intensidad para el que la federación helena optó por elegir a un árbitro extranjero. Entre todas las opciones, se optó por la de España. Sinónimo de seguridad, respeto y confianza. El duelo terminó con tres expulsados y el visto bueno unánime de todos los implicados. Misión cumplida, una más, del arbitraje nacional, que es requerido desde hace años para pitar encuentros en competiciones de todo el mundo futbolístico.
El arbitraje español ha llevado a cabo una transformación brutal en la última década, profesionalizando a un colectivo denostado en el país, pero admirado en el resto de países. Porque los colegiados españoles son ya los más requeridos para arbitrar en Champions o Europa League, pero también en otras competiciones transnacionales donde se requiere de su experiencia para evitar conflictos.
Así, se les ha podido ver en las finales de Copa de Armenia, Grecia, Chipre o Túnez, además de en la Copa de Campeones de Arabia Saudí o en la Kirin Cup Soccer de Japón. Destinos muy calientes, algunos de ellos, de donde han salido airosos y con la sensación del trabajo bien hecho. «Cuando vamos fuera, los jugadores saben que venimos de una competición potente, que estamos acostumbrados a recibir mucha presión, a arbitrar a muchos de los mejores equipos de Europa y del mundo y eso les da tranquilidad», apunta Hernández Hernández, que acumula más de 300 partidos en su carrera deportiva.
En los últimos años, los árbitros españoles han conquistado metas que parecían inalcanzables con presencias en la final del Mundial femenino, del Mundial de clubes o en las últimas rondas de la Champions. «Estas presencias de colegiados nacionales no son una casualidad. Se está reconociendo por fin todo el trabajo que llevamos realizando y se nos está poniendo en valor», afirma orgulloso Hernández Hernández, que ha vivido en primera persona esta transformación que ha llevado a los árbitros españoles del anonimato a ser los más codiciados del panorama internacional.
Hernández Hernández «Se está reconociendo por fin todo el trabajo que llevamos años realizando»