¿Estamos locos?

Parece ser que el próximo 8 de marzo estarán permitidas las manifestaciones con un máximo de 500 personas.

Ante esta desfachatez surgen en mi mente de mujer muchas dudas.

Soy mujer y estoy de acuerdo en que hay muchas cosas en las que mejorar con relación a nuestros derechos. Pero como mujer no tengo necesidad de manifestarme el 8-M por este motivo concreto.

Como mujer, si las circunstancias lo permitieran y la salud pública también, saldría a la calle en nombre de todas las mujeres que han perdido a su marido, a su hijo, a su hermano o a su amiga y no han podido ir a despedirse por estar prohibido. Para manifestaciones sí se puede, dicen; para acompañar a un ser querido en el momento de la muerte, no. Este mundo se está volviendo loco, y parte de la culpa la tienen mujeres que encabezan ministerios que se gastan mi dinero en feminismos sin fundamento. anciano o viejo siento que me califican como menos persona. Me van quitando vitalidad, importancia, estima. Ya les sirvo menos. Sin embargo, con 88 años, me siento muy vivo, aunque me duelan trocitos del cuerpo y se me olviden algunos asuntos. Porque ahora, libre de ocupaciones y preocupaciones, vivo con más intensidad que antes y estoy descubriendo cómo hay que amar.

Eso es vivir, ir poco a poco aprendiendo a amar a todos. Y en eso estamos.

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