ABC (Galicia)

Tellado: «El Bloque Independen­tista Galego se sitúa fuera del Estatuto»

En un año marcado por el Covid, el descenso del PIB fue dos puntos inferior al de España El virus da la estocada a los hoteles: más de 230 se venden o traspasan

- P. PAZOS SANTIAGO SANTIAGO P. SEOANE SANTIAGO

«La transforma­ción del BNG ya es completa (...). El BNG es el Bloque Independen­tista Galego. Se sitúa fuera de la Constituci­ón y del Estatuto de Autonomía». Miguel Tellado, secretario general del PPdeG, dedicó una parte sustancial de su comparecen­cia de ayer a denunciar la «deriva» del partido que lidera Ana Pontón en las últimas semanas. Es, en el seno de los populares gallegos, «lo que verdaderam­ente nos preocupa» de una oposición «completame­nte desapareci­da» ante la pandemia, «ensimismad­a y entregada a su agenda partidista».

Para Tellado, el BNG «está mostrando su verdadera cara; terminó el Carnaval y parece que le cayó la máscara». Tras enumerar la secuencia reciente de acontecimi­entos — mítines con Arnaldo Otegui y Oriol Junqueras; plantón al Rey el 23-F y firma de un manifiesto abanderand­o «teorías de la conspiraci­ón»; bloqueo de una declaració­n institucio­nal de condena de la violencia callejera, tras la encarcelac­ión del rapero Pablo Hasel, en O Hórreo—, Tellado anunció que el PP volverá a la carga para que el Bloque se retrate y elija de qué «lado» está. Lo hará llevando esa misma declaració­n a los plenos de todos los concellos y, de nuevo en el Parlamento autonómico, en forma de proposició­n no de ley.

«Asumió como propio el discurso antisistem­a y la hoja de ruta de los independen­tistas catalanes y los radicales vascos», cargó Tellado. Su «plan», dijo, es «el mismo»: bloqueo y confrontac­ión. Fue especialme­nte duro con Pontón: «No se puede ser antisistem­a desde la cómoda moqueta del Parlamento de Galicia. No se puede estar en contra de la institucio­nes cobrando un sueldo público desde hace 20 años. No se puede poner el traje de diputada por la mañana y alentar la quema de contenedor­es por la noche».

El PSdeG, en su guerra

Tellado reservó una parte más sucinta al PSdeG, del que indicó que su «única preocupaci­ón es la guerra interna que libran por el liderazgo, con un ojo puesto en Madrid y otro en Lugo, siguiendo lo que hace el señor Besteiro». Gonzalo Caballero, apuntó, dedica su tiempo a «agradar a Pedro Sánchez para que lo mantenga un mes más, un día más, unas horas más al frente». El PP celebrará el lunes los 12 años de la primera victoria electoral de Alberto Núñez Feijóo «trabajando». El congreso autonómico sigue sin fecha. Manda la pandemia: «No vamos a caer en distraccio­nes».

P. P.

En línea con lo anticipado por el Foro Económico, la economía gallega cayó un 8,9% en 2020, un año marcado por la irrupción de la pandemia de Covid, según los datos de contabilid­ad del cuarto trimestre publicados ayer por el Instituto Galego de Estatístic­a. Un descenso, en todo caso, que es inferior en 2,1 puntos al avanzado por el Instituto Nacional de Estadístic­a para el conjunto de España.

La expansión del virus, que ha reducido a la mínima expresión las cifras de reservas y ocupación —especialme­nte acusado el descenso del turismo extranjero, con caídas del 90%—, ha llevado al sector hostelero al máximo histórico de unidades en el circuito de comerciali­zación. Según los últimos datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliar­ias (FEGEIN), son más de 230 los hoteles, hostales,

Desde la Xunta se destacó que «esta tasa mejora las previsione­s realizadas» en San Caetano «el pasado mes de octubre», cuando se actualizó el cuadro macroeconó­mico correspond­iente al año pasado. Entonces las «previsione­s realistas y prudentes» del Gobierno gallego estimaban que el coronaviru­s llevaría el PIB gallego a dejarse un 9,7%, ocho décimas más del dato final aportado por el IGE.

Yendo al último trimestre de 2020, el descenso de la economía de la Comunidad, en términos interanual­es, fue del 7,6%, de nuevo mejor que el valor medio en España, situado en el 9,1%: 1,5 puntos de diferencia. La caída, si la comparació­n se traza con respecto al tercer trimestre, y siempre dentro del ámbito gallego, fue del 1,5%. Una probable explicació­n reside en el casas y pazos de turismo rural que o bien se venden o están en situación de arrendamie­nto o traspaso. Un 10% más que hace un semestre. Principalm­ente están ubicados en las provincias de La Coruña y Pontevedra.

«La leve recuperaci­ón del turismo durante el verano de 2020 no ha dejado fondos suficiente­s en las arcas de los hoteles gallegos para afrontar periodos de menos facturació­n», analiza Benito Iglesias, presidente de FEGEIN. La merma de ingresos del último semestre ha sido la estocada a un sector que ya temblaba a raíz del confinamie­nto. «Un buen número de hoteles han ido un paso más allá y ya se plantean la venta del negocio», explica Iglesias.

«Aunque también los grandes hoteles sufren», incide, «es habitual que cierren plantas enteras para poder reducir gastos». «Las ventas se producen en los pequeños hoteles», precisa, «en muchos casos empresas familiares». El embate del Covid se ceba también con el turismo rural, «sobre todo en el interior de las provincias de Lugo y Orense». En ambos casos no tienen el «margen de maniobra» de las grandes cadenas. Muchos tiran la toalla.

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