Cristina Soria
«Los ‘coach’ no somos intrusistas» La encargada de aportar sensatez al plató de ‘Sálvame’ habla con ABC sobre cómo gestiona las críticas en redes sociales
Conocida como la coach de la tele, Soria es un ‘chute’ de positivismo a la hora de saber sacar lo mejor de cada uno. Lo hace con su libro ‘Saca lo mejor de ti’ y esa actitud es la que le permite digerir con buena cara cualquier crítica que sea, especialmente en redes sociales, donde suelen cebarse con saña. —Periodista de formación, su vida está marcada por unos hitos que cambiaron el que creía que iba a ser su destino. Pasó de hacer «guardias» a famosos a trabajar como coach en programas de máxima audiencia.
—El hito que realmente me marcó fue la enfermedad de mi hija al nacer. En un minuto toda tu vida es diferente y no eres intocable sino muy vulnerable. Mi cambio profesional vino tras esa situación.
—Su hija hoy está bien, pero esos primeros meses debieron ser durísimos. —Ningún padre está preparado para una situación así y menos cuando durante el embarazo el bebé estaba bien. Pasas de tener a una niña perfecta a ver cómo empieza con convulsiones y llantos a causa de una hemorragia cerebral. Los médicos casi siempre te ponen en lo peor y nuestra gran suerte fue que hoy está perfectamente. Pero nadie sabe todo por lo que ha pasado y cómo la operaron para la válvula que lleva en la cabeza. Aprendí a vivir con la incertidumbre de que puede pasar cualquier cosa. —¿Recurrió a algún terapeuta para que le ayudara a encajar esa situación? —No. Estaba totalmente centrada en cada paso de mi hija. Soy muy intuitiva y días antes del parto sentí unos miedos por si pasaba algo en el parto. Mi marido siempre ha sido más racional que yo y esa manera de ser me ayudó mucho. Tenía que sacarla adelante y no descuidar a mi otro hijo. Lloré mucho al sentirme culpable porque no llegaba a todo. Fue fundamental mi fe para sacar fuerzas. Cuando pasó un año y mi hija lo superó entendí que tenía que ocuparme de mi futuro profesional. Mi marido me animó a estudiar un curso de coaching y me enganché. Salieron muchas cosas de mi vida y del pasado y recoloqué cada una de mis piezas. Conseguí ser quien hoy soy.
—¿Qué tal lleva las críticas a los coach cuando les tildan de intrusistas?
—Con los años he aprendido a ponerme más aceite en la piel. No debería existir esa lucha porque muchos psicólogos también se forman como coach. Los que conocen nuestro trabajo están tranquilos. Es la misma lucha que hubo entre psiquiatras y psicólogos. Cada uno tiene su parcela. Yo estoy tranquila porque sé lo que hago y donde están mis límites.
—Suele poner el toque más sensato en el alocado mundo de ‘Sálvame’. ¿Cómo se siente en ese formato?