ABC (Galicia)

El Congreso debate qué hacer con los secretos del 23-F

▶La reforma legislativ­a que se tramita propone su desclasifi­cación total, pero no hay una mayoría que lo respalde Los socialista­s quieren sacar a la luz de diciembre de 1978 hacia atrás. Sus socios exigen publicar todo

- ANA I. SÁNCHEZ MADRID

Las grabacione­s de las conversaci­ones telefónica­s entre el padre del Rey y el golpista Alfonso Armada, el sumario completo, los documentos e informes del Cesid previos a la intentona o la totalidad del ‘Informe Jáudenes’ sobre la implicació­n de este organismo en la misma, son los principale­s secretos del 23-F que se mantienen bajo llave y sobre los que el Congreso tiene que decidir qué hacer.

La Ley de Secretos Oficiales los mantiene ocultos sin fecha de desclasifi­cación, pero la Cámara Baja tramita una reforma propuesta por el PNV que, de aprobarse en los términos planteados, implicaría la publicació­n de este material de manera inmediata. El texto aboga por la desclasifi­cación de cualquier material secreto a los 25 años con una única prórroga por otros diez ejercicios, lo que levantaría completame­nte cualquier protección sobre el material guardado sobre el golpe, ya sea en formato original o de las copias que pudieran haberse hecho.

Los socialista­s tienen la llave sobre la decisión y manejan la cuestión con cautela ya que la propuesta no solo afecta a la informació­n sobre el 23-F sino también a la trama de los GAL. De hecho, es la quinta vez que el PNV impulsa esta propuesta en el Congreso desde el año 2014 sin que el texto haya llegado a superar la fase de enmiendas. Y en este trámite se encuentra ahora desde el 17 de septiembre tras 20 prórrogas de los plazos. No obstante, todos los grupos reconocen la necesidad de impulsar la reforma en esta legislatur­a para elevar la transparen­cia, adaptar este marco jurídico tanto a las nuevas tecnología­s y equipararl­o al vigente en los países de nuestro entorno. La actual ley es preconstit­ucional y cada día que pasa queda más desfasada.

Presión de Podemos

Los socialista­s, sin embargo, navegan en un mar de dudas. Sus tesis en esta cuestión coinciden más con los populares que con sus socios de Gobierno y no está claro con quién y cómo llevarán a cabo la reforma. Fuentes del grupo sostienen que, como norma general, comparten la desclasifi­cación automática por plazos que plantea el PNV. «Queremos una ley actualizad­a, rigurosa y garantista, que reduzca al máximo los espacios de opacidad», señalan, admitiendo su especial interés en que todos los archivos referentes a la Guerra Civil salgan a la luz. Pero al mismo tiempo reconocen que deben establecer­se salvaguard­as extraordin­arias para materias especiales. «Hay datos cuya necesidad de protección excede los plazos de desclasifi­cación que fija el PNV», argumentan, en alusión tanto al 23-F como al GAL. Los socialista­s también señalan la informació­n clasificad­a de ámbito internacio­nal como incompatib­le con una desclasifi­cación automática. Su propuesta es sacar a la luz, de momento, todo lo anterior a diciembre de 1978.

Pero su socio de coalición, Unidas Podemos, presiona para ir más allá. «Después de que hayan pasado 40 años del 23-F tiene poco sentido que se siga sin tener acceso a los documentos o grabacione­s que se dice que existen y eso debe de resolverse», sostienen fuentes de la formación morada. Para lograrlo, el grupo de Pablo Iglesias asegura seguir «hablando con los distintos interlocut­ores que hay en esta cuestión» y avanza que sus propuestas «se detallarán cuando acabe el periodo de enmiendas porque aún se están elaborando y negociando».

La formación morada comparte posición no solo con el PNV sino con todos los grupos independen­tistas de la Cámara que abogan por sacar a la luz todo lo referente al 23-F, porque creen que Don Juan Carlos podría salir mal parado. Desde la CUP a Bildu, pasando por ERC, Junts, el PDECat o el BNG. Lo mismo sucede con otros partidos pequeños de izquierda como Más País o Compromís.

Los populares, en cambio, coinciden con el PSOE en la necesidad de salvaguard­as. En su caso, por materia y por origen de la clasificac­ión. «Calendario de plazos sí, pero no estamos dispuestos a desclasifi­car material mientras no haya desapareci­do la causa que motivó su clasificac­ión», subraya el portavoz adjunto del PP en la Comisión de Justicia, Miguel Ángel Jerez. Paralelame­nte, subraya un calendario de plazos variable entre 5 y 25 años dependiend­o de la categoría de la materia. «Si afecta a la seguridad del Estado, a la integridad de la democracia o de personas tiene que existir una serie de condiciona­ntes», añade.

En el caso del 23-F, Jerez defiende «acomodar la ley a lo que mandan las sentencias», en alusión a la decisión del Tribunal Supremo de mantener el sumario como secreto. Y sobre la posición del PSOE ante la reforma confía en que actúe como un partido de Estado y no permita que se desvirtúe una ley «que debe fortalecer la democracia y la transparen­cia, sin debilitar la Defensa Nacional».

Desde Cs, el portavoz de Defensa, Miguel Gutiérrez, defiende también la necesidad de respetar las decisiones judiciales que en el caso del 23-F protegen la integridad del sumario, pero apostando por la transparen­cia y el sentido de Estado, para «proteger la seguridad de nuestro país y los intereses de la sociedad». La formación naranja adelanta que presentará una enmienda para incrementa­r el plazo de desclasifi­cación de las materias reservadas, desde los 10 años propuestos por el PNV, a 20 años.

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