Marine Le Pen, gran beneficiaria de la condena de Sarkozy
▶ La líder de extrema derecha ganaría en la primera vuelta de las presidenciales
Marine Le Pen quizá sea la primera y gran beneficiaria de la condena de Nicolas Sarkozy a tres años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias.
Todos los sondeos anuncian que el presidente de la República y la presidenta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha) están a la cabeza de todos los sondeos de la primera y la segunda vuelta de la próxima elección presidencial, dentro de catorce meses.
Con un 26 / 27 % de intenciones de voto, Le Pen figura como ganadora potencial de la primera vuelta, cuando Macron solo cuenta con un 23 / 24%.
Ante la segunda vuelta, Macron se cotiza siempre como posible ganador a su propia reelección, con un 52% de intenciones de voto, ante una candidata de extrema derecha que ya tiene un 48%, a la alza durante las últimas semanas.
La condena de Sarkozy a tres años de cárcel por corrupción y tráfico de influencias puede favorecer a Marine Le Pen, inclinando a su favor el voto conservador decepcionado con la crisis del conservadurismo tradicional.
Al día de hoy, Los Republicanos (LR, el partido de Sarkozy) solo tiene dos candidatos a la candidatura, Valérie Pécresse y Xavier Betrand, y un candidato ‘potencial’, no declarado, Michel Barnier, excomisario europeo.
Pécresse, presidenta de la región Isla de Francia, y Xavier Bertrand, presidente de la región Altos de Francia (norte) tienen entre 14 y 16% intenciones de voto primera vuelta: de 10 a 12 puntos menos que Marine Le Pen. Michel Barnier ni siquiera se cotiza en los sondeos, por ahora.
Pécresse es una conservadora ‘moderna’, muy ‘chic conservador tradicional’. De una ‘pegada’ modestísima en el electorado popular conservador. Bertrand es un conservador ‘centrista’: bonachón, comedido, tranquilo, que no habla fuerte para no pecar. Barnier ha pasado muchos años en Bruselas, como comisario europeo, muy bien pagado, que se presenta como ‘conservador con veta social’.
Quienes esperaban la anhelada vuelta de Nicolas Sarkozy, presentado como “hombre providencial” para una derecha huérfana de liderazgo, corren el riesgo de la decepción, profunda, ante las candidaturas de Pécresse, Bertrand o Barnicer.
‘Recentrada’, una vez más, desde que ‘robó’ a su padre, Jean-Marie Le Pen, el antiguo Frente Nacional (FN, el partido histórico de la extrema derecha francesa), para transformarlo en Agrupación Nacional, Marine Le Pen sigue prometiendo nuevos recentrajes. Gérarld Darmanin, ministro del Interior de Emmanuel Macron, antiguo portavoz de Nicolas Sarkozy, ha llegado a ironizar sobre Le Pen (hija), diciéndole, a la cara, en un debate de tv, que la encontraba ‘muy moderada’.
Moderada o no, Le Pen aspira a captar el voto conservador decepcionado con ‘Los Republicanos’. Y cuenta ya, como ha contado desde hace décadas, con una mayoría de voto obrero.
Macron tiene un voto conservador, centrista, liberal, reformista. Pero está muy lejos del voto conservador tradicional y popular. Atado Sarkozy a un brazalete electrónico, muchos de sus electores tradicionales pudieran escuchar las sirenas de Le Pen, cuando el voto popular de extrema izquierda populista (en torno al 10% de las intenciones de voto en la futura primera vuelta presidencial) votará cualquier cosa menos a Macron.