El marinero que se enamoró de una escultura de Venus
En un directo del Prado en Instagram. Alejandro Vergara hablaba de ‘La Venus del delfín’, única escultura presente en la exposición. Se halla expuesta muy cerca de ‘Las tres Gracias’, de Rubens. Es una copia romana de una obra de Praxíteles, ‘La Venus de Cnido’, primera diosa desnuda esculpida en Grecia, que alcanzó una fama legendaria. Estaba colocada en un templete. Y recordaba Vergara las palabras de Plinio el Viejo, que también se citan en la cartela de la obra en la exposición: «Un marinero, que se había enamorado de ella, la abrazó fuertemente y la mancha dejada sobre ella fue el indicio de su pasión». El marinero tuvo un orgasmo con la escultura. Una cita que ya ha provocado alguna reacción airada, antes incluso de la apertura de la exposición. El debate está servido. para que los artistas se formasen. Fernando VII las ocultó a la vista de mujeres y jóvenes en una sala reservada». Recuerda Falomir que en la exposición que comisarió hace unos años en el Prado, ‘Las Furias’, «había desnudos masculinos sufriendo los tormentos más terribles. Y lógicamente no compartimos esos valores». Aviso a navegantes.
Para Alejandro Vergara, ‘El rapto de Europa’ tieme «un aura que lo purifica y lo distancia de lo que se está contando. Yo lo veo condicionado por mi biografía y mi historia. El arte me gusta por razones distintas de su contenido político, digamos. Su propósito no es la justicia. No creo que la función del arte sea mejorar el mundo, en el sentido de conseguir mayor igualdad. Es cierto que hay una historia muy violenta. Somos todos hijos de ese pasado. Pero hay un riesgo de acercarnos al pasado intentando verlo con nuestros ojos. No creo que el pasado se pueda reescribir, pero se puede interpretar para mejorar el presente». En el catálogo de la exposición se aborda ampliamente este asunto en un ensayo de Sheila Barker.
Abren la exposición tres desnudos recostados: el espléndido ‘Venus y Cupido’, de Hendrik van den Broeck, según un dibujo de Miguel Ángel (para Alejandro Vergara, el mejor desnudo de la exposición: «Tiene un poderío formal que me desarma completamente»); ‘Venus y Cupido’, de Allori, y ‘Venus recreándose en la música’, de Tiziano. Junto a ellos, un incunable de la Biblioteca Nacional: ‘Sueño de Polífilo’, de Francesco Colonna. Sus ilustraciones contribuyeron a legitimar la presencia de desnudos eróticos en la pintura. La sala donde cuelgan las ‘poesías’ es arrebatadora. «Es de una calidad estratosférica», dice Miguel Falomir. Se han enmarcado las seis pinturas en Londres: lucen el mismo marco, de inspiración veneciana. Si tiene que destacar una, Falomir lo tiene claro: «El rapto de Europa»: «Me parece bellísima. Lo mejor del último Tiziano, todavía en plenitud de facultades, con una libertad maravillosa». Luce junto a «Las Hilanderas», donde Velázquez reproduce el cuadro de Tiziano en el tapiz del fondo. Junto a la Dánae» de la Wellington Collection, la del Prado. A su lado, «Cincuenta sombras de Grey» parece una película de Disney.
Dolor y crueldad
En el centro de la sala, «Diana y Calisto» y «Diana y Acteón», adquiridos hace unos años por la National Gallery de Londres y las National Galleries of Scotland de Edimburgo. Para Lucian Freud, «los cuadros más bellos del mundo». Alejandro Vergara cree que «la gran virtud de Tiziano es el sentimiento trágico y profundo. Es buenísimo Tiziano en dolor y crueldad, especialmente. Quizá el mejor. Retrata a una Diana cruel, durísima. Un Tiziano muy radical, que parece pintar con rabia y desesperación. Rubens copió las ‘poesías’. Se compadece de Calisto, que es una víctima (fue violada por Zeus); Tiziano no. Es el pintor más sabio en cuanto a comprender cómo la pintura puede transmitir sentimientos. Hay historias de plenitud, sufrimiento, soledad, desamor, violencia...».
«Perseo y Andrómeda», de la Wallace Collection de Londres, es «la más floja» de las ‘poesías’. Es la primera de la que se desprendió Felipe II. Posiblemente, se la regaló a Pompeo Leoni. Concebidas como tres parejas, las ‘poesías’ responden a preocupaciones distintas de Tiziano: su rivalidad con Miguel Ángel acerca de la tridimensionalidad de la pintura, cómo representar emociones extremas...
La exposición, patrocinada por la Fundación BBVA y que permanecerá abierta desde hoy hasta el 4 de julio, reúne 29 obras (16 del Prado y 13 de otras instituciones). En palabras del director del Prado, «una reunión absolutamente irrepetible de algunas de las obras más influyentes de la pintura occidental. Se me ocurren muy pocas exposiciones que respondan mejor a la esencia del Museo del Prado que ésta». Falta una obra. Falomir confía en que llegue cuando se levanten las restricciones por la pandemia en Gran Bretaña. Se trata de «Cupido y Psyque», de Van Dyck, joya de la Royal Collection. Está aprobado el préstamo, pero es obligado que viaje con correo físico. De momento, se ha sustituido por un Jordaens del Prado. En un par de semanas estará disponible en la web del Prado una visita virtual a la exposición.