«Qué gran tipo, qué gracioso y qué buen corazón tenía...», lamentó David Summers
«Era una persona educada. Tenía una enorme virtud: lo agradecido que era, cómo agradecía las cosas»
palabras. Incluso polemistas habituales como el político Ramón Espinar celebraban su humor. «Se puede ser muy sectario y quedarse con sus últimas declaraciones y entrevistas. Pero este país se ha partido de risa con Quique San Francisco durante años». Le respondía otro político habitual de Twitter, Rafael Hernando, más contenido esta vez: «Una gran pena. Un gran actor con muchas tablas y persona auténtica. Mi pésame para su familia y sus amigos».
En deuda con el humor
«El mundo del espectáculo siempre estará en deuda con él y deberá empezar a transitar el doloroso camino de aprender a convivir con su ausencia, pero hoy preferimos evocar todo lo que Enrique nos brindó y conservaremos con nosotros, para siempre, su bondad y la alegría que transmitía a diario a todos los que le rodeaban. Descanse en Paz», lamentó su círculo más cercano a través de un comunicado del que fuera su representante.
Esa «bondad y alegría» se condensa en su último papel televisivo, en el que guadaño en mano gritaba por la calle algo así como «preferís vivir como si la muerte no existiera, pero yo nunca me detengo». Y ayer le alcanzó en la UCI del Clínico a los 65 años, y en su gran broma final, la frase que su compañera en ‘Cuéntame cómo pasó’, María Galiana, le dedica: «Lo que más duele es decir adiós... Así que, hasta luego».
Berlanguiano, ya ungido como adjetivo por la RAE, no es todo lo que hacía Luis García Berlanga; también lo que vivía. Lo surrealista que mostraba en pantalla le perseguía también en su día a día, como cuando en Cannes, allá por 1953, los publicistas de ‘¡Bienvenido, Míster Marshall!’ decidieron repartir billetes de un dólar con la cara de José Isbert y Lolita Sevilla en lugar de la de George Washington y acabaron todos en comisaría con un sumario abierto por falsificar moneda americana. Ese ‘berlanguiano’ momento, que el director valenciano contaba con frecuencia, se recordó ayer en la presentación del Año Berlanga, los actos con los que el Ministerio de Cultura celebrará el centenario de una de las figuras capitales del cine español.
La Filmoteca Española será la encargada de llevar el peso de las principales iniciativas, como la restauración en 4K de ‘Esa pareja feliz’, la primera película profesional de Berlanga que dirigió junto con Juan Antonio Bardem, o la adquisición de un boceto original de ‘El verdugo’. Además, cuatro directores actuales (Nuria Giménez, Fernando Franco, Elías León Siminiani y Carolina Astudillo) firmarán sus ‘revisitaciones’ de ‘Paseo por una guerra antigua’ (1948) a partir de los 15 minutos de materiales de desecho que, paradojas berlanguianas de la vida, son las que se conservan.
También se anunció el ciclo ‘Berlanga frente al mundo’, la reapertura de la sala Luis G. Berlanga, la proyección del programa ‘Pink Films’ que Berlanga programó en el año 1978 y que se recupera con motivo del Orgullo 2021, así como la edición del libro colectivo ‘Furia Española. Vida, obra, opiniones y milagros de Luis García Berlanga (19212010) cineasta’.
En este punto cabe otra escena ‘berlanguiana’. La UCD de Adolfo Suárez propuso al cineasta presidir la Filmoteca Española. Era 1978 y el valenciano no se fiaba de que los aires renovadores de Suárez hubieran entrado en la institución. Para comprobar que los que permanecían en la Filmoteca ya no eran férreos defensores del antiguo régimen, antes de asumir el cargo preparó un ciclo de ‘cine pornográfico’ para ver si lo aceptaban. Para su sorpresa, así fue. Tanto que estuvo en el cargo hasta 1982. «Visto con la perspectiva de cuatro décadas, más que películas porno eran casi cine LGTBI», apuntó Josetxo Cerdán, actual presidente de Filmoteca. «Este años vamos a recuperar ese ciclo, porque es la única experiencia que se tiene del Berlanga programador».
El día del cine español
Todas actividades vendrán bajo el paraguas del ‘Plan Berlanga’, que se ha catalogado como ‘acontecimiento de excepcional interés público’, lo que permite, con un programa especial de beneficios fiscales y mecenazgo, favorecer la participación privada.
El ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, aprovechó el acto para anunciar que llevará al Consejo de Ministros una iniciativa para fijar el 6 de octubre como el día del cine español.
«Queríamos establecer un día en el que todo el país pueda poner el foco en nuestro cine y reconozcamos su influencia», apuntó el titular de Cultura, que asegura haberlo hablado con el presidente del Gobierno para llevarlo al consejo de ministros «este martes [por hoy] o la semana que viene».
El día del cine español buscará «llenar las salas de público e introducir nuestro cine en las aulas y en todos los ámbitos», aunque no hay nada concreto. En cuanto al motivo de elegir el 6 de octubre como fecha señalada se debe a que en ese día, en 1951, Berlanga y Juan Antonio Bardem terminaron de rodar ‘Esa pareja feliz’, con Fernando Fernán Gómez, Elvira Quintillá y José Luis Ozores.