El fin de una era
No será sólo el ‘Barçagate’. Hay contrataciones raras de la Fundación. Cae Bartomeu tras meses de investigación policial que hasta ahora han sido secretas y que prometen ampliar con creces el espectáculo de lo insólito que está dando Cataluña, cuando en los próximos días se hagan públicas.
Cuando encarcelaron a Sandro Rosell escribí que el hecho de que no se pudiera probar su culpabilidad no significaba que fuera inocente. El único sentido y propósito que ha tenido la presidencia de Josep Maria Bartomeu ha sido tapar y ampliar los desmanes de la junta directiva anterior y ahora sólo queda que la Justicia vaya tirando minuciosamente del hilo.
No sólo será el ‘Barçagate’, aunque las conexiones políticas de I3 Ventures con algunas plataformas políticas catalanas, dedicadas a frenar el independentismo, no pasarán inadvertidas. Bartomeu se vendía ante el Gobierno como la garantía de que el Barça no fuera un club activamente independentista; I3 Ventures no era sólo una agencia de comunicación sino una plataforma para otros ‘business’.
Saldrá el fichaje de Griezmann, si el registro policial se ha hecho a conciencia, y el papel que en él jugó José
Josep Maria Bartomeu Ángel González Franco, abogado personal de Bartomeu, y que intermedió con la apariencia de servir al Barça y la única intención de favorecer los intereses de su cliente.
Bartomeu ha sido detenido, pero es una era entera la que ha sido registrada, y la explicación de la debacle deportiva del Barça, y de su situación económica deplorable, encontrará pronto muchas respuestas y todavía más preguntas.
El próximo presidente del Barcelona, que se elegirá el domingo, no heredará un club, sino un agujero incendiado de las peores miserias conocidas. El espectáculo que en los últimos años Cataluña está dando tiene sólo una ventaja: que ha de ser el fin de algo y el principio de otra cosa inevitablemente mejor, porque ni con ganas podemos ya caer más bajo.