El Madrid pincha antes del derbi
▶ Discutibles decisiones de Zidane; la Real se adelantó y solo muy al final empató Vinicius
confirmaban el dominio del Madrid, ya pleno.
Su toque además se hizo más constante y ágil. No era del todo sorprendente, porque buscaba siempre la banda derecha, pero la flotación de Isco, muy mejorado, y la vitalidad de Asensio le daban un aliciente superior a otros días. La Real estaba muy bien cerrada y el gol debería llegar de un modo distinto, quizás inverosímil. Quizás por eso lo intentó Lucas de volea desde fuera del área en el 36, evidenciando que hay gente con la autoestima a prueba de bombas.
Al descanso, el gol blanco no había llegado, pero no se había detectado vida donostiarra en el área del Madrid. Sin embargo, una solitaria e incontenible contra de Isak, que solo se puede calificar de portentosa, dejó una duda en el aire antes del descanso.
Así fue. La segunda parte se inició con otro aire. Una frialdad heladora en el Madrid, como si de repente no conociera a nadie allí. Una frialdad que no se puede permitir y que fue agravada con una astracanada táctica que ya se había entrevisto: Casemiro como tercer central. Otros errores apuntados tomaron forma en ese instante: presión rota, soledad para romper de Guevara, espacio para Monreal, y un pase largo lo remató Portu con éxito para convertir la jugada y la defensa del Madrid en un futuro youtube de gente llegando tarde a todo.
Zidane cambió de inmediato, como
Un mal inicio El Real Madrid salió muy frío después de la reanudación y Casemiro se retrasó