Ante el Sevilla, hoy una final
En medio de la zozobra institucional en la que se encuentra inmerso el Barcelona, el primer equipo se juega el título aparentemente más asequible, a pesar de la obligación de remontar el 2-0 de la ida ante un Sevilla que llega escarmentado del partido del pasado sábado en el Sánchez Pizjuán. Será un nuevo examen para Koeman, que trata de mantener viva la llama de esperanza del aficionado culé, acostumbrado esta temporada a los sinsabores sufridos en la Liga (está a cinco puntos del Atlético, al que le queda un partido por disputar), en la Champions (los culés deben remontar un 1-4 ante el PSG en París) y la Supercopa de España (título que se escapó ante el Athletic Club). «Es difícil pero nada es imposible», asegura Koeman, que se aferra a la Copa como el único vestigio para no tirar prácticamente la temporada a la basura ya en el mes de marzo. El técnico podría recuperar a Pedri tras una milagrosa recuperación de su lesión muscular. Persigue el holandés más efectividad ante un Sevilla que no ha encajado ningún gol en la competición.
Los dos se ampararon en su derecho a no declarar, algo habitual, ya que cuando hay secreto de sumario los arrestados desconocen las pruebas que hay contra ellos. La jueza acabó determinando su libertad provisional con cargos. «El juzgado de instrucción 13 de Barcelona, dentro de una causa abierta en mayo de 2020 por delitos de administración desleal y corrupción en los negocios, ha tomado declaración a los exdirectivos del FC Barcelona, Josep M. Bartomeu y Jaume Masferrer, en calidad de investigados. Los dos investigados, que han pasado a disposición judicial, se han acogido a su derecho a no declarar y la magistrada ha acordado la libertad provisional», explicaba el comunicado del TSJC. A pesar de ello se había logrado el objetivo, ya que «la causa, de la que se ha levantado el secreto de sumario, sigue abierta».
Penas de hasta diez años
Los Mossos d’Esquadra analizarán el teléfono móvil, la tablet y el ordenador de Bartomeu, que le fueron confiscados el lunes en el registro efectuado en su domicilio. Hay que destacar que la juez ha expulsado de la causa a los socios que interpusieron la primera denuncia porque no son perjudicados directos, ya que el Barça no figura como investigado, sino como «perjudicado».
Ahora proseguirá la investigación para esclarecer que si se ha producido un delito de administración desleal y otro delito de corrupción entre particulares. La primera infracción puede ser castigada con penas que van de los seis meses de prisión a los seis años y la segunda con un castigo que oscila entre los seis meses y los cuatro años, aunque ninguno de los dos tienen antecedentes penales.