La distancia del 8-M

Este 8 de marzo está previsto que se celebren en muchas ciudades de España manifestaciones para conmemorar el Día de la Mujer. A nadie se le escapa que es muy difícil, por no decir imposible, mantener la distancia de seguridad en una agrupación de personas en movimiento. Por consiguiente, sería una grave irresponsabilidad que se autorizaran dichas manifestaciones, máxime en la situación actual, donde se está consiguiendo reducir de forma notable los afectados por el coronavirus tras una dura lucha que ha derivado en tragedias personales y consecuencias económicas y sociales devastadoras. Si en la realidad no se respeta la distancia social, con el riesgo de contactos y posterior expansión del coronavirus, ¿los responsables serían los promotores de las manifestaciones? En cualquier caso, los delegados del Gobierno que las autoricen tendrán una gran responsabilidad, ya que cometerían una especie de prevaricación, pues no vale que se escuden en la supuesta garantía de los promotores. consecuencias sociales que han causado cada uno de estos hechos; y para efectuar una simple comparación entre ambos, bastaría responder a una sencilla pregunta: ¿a finales de los ochenta, tras el intento de golpe de Estado, se hubiera permitido que el reo Tejero saliera de prisión para participar en una campaña electoral a la vez que afirmaba que lo volvería a repetir? Acaso los casi cuarenta años que separan ambos hechos han debilitado nuestra democracia.

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