La empresa catalana exige mano dura contra los disturbios
▶ Inédito acto de unidad para reclamar al nuevo Govern que priorice la recuperación
Toque de atención de la empresa y la sociedad civil catalana. Alrededor de 300 organizaciones empresariales de Cataluña, desde la gran patronal a ejes comerciales de barrio, así como también asociaciones culturales, deportivas y sociales, se han adherido al manifiesto ‘Ja n’hi ha prou, centrem-nos en la recuperació’, (‘Ya está bien, centrémonos en la recuperación’), un toque de atención a la clase política para que priorice la reactivación económica y se ponga al lado de la sociedad civil en un momento en el que la imagen que Barcelona y Cataluña están proyectando al exterior es la de contenedores ardiendo y policías atacados en la calle.
Impulsado por Fomento del Trabajo y la patronal de la pequeña y mediana empresa (Pimec), el manifiesto supone un paso adelante de un empresariado que en los últimos años de ‘procés’ ha hecho a menudo equilibrios imposibles, y que ha visto cómo los acontecimientos de las últimas semanas han supuesto un punto de inflexión. A la crisis económica por la pandemia del Covid se ha sumado la oleada de disturbios con motivo de las manifestaciones por el encarcelamiento de Pablo Hasel, prólogo de la formación de un nuevo Ejecutivo catalán en el que los antisistema de la CUP van a tener una influencia decisiva. Las alarmas se han disparado.
En una imagen de unidad empresarial inédita hasta ahora, donde los matices de cada cual a la hora de posicionarse respecto al ‘procés’ han impedido una postura en común, la Estación del Norte acogió un acto con presencia de los representantes de las más de 300 entidades firmantes, así como de una nutrida selección de las principales empresas catalanas. Entre otros, se pudo ver a Wayne Griffiths (Seat), Jordi Gual (CaixaBank), Jaime Guardiola (Sabadell), Ángel Simón (Agbar), Marc Puig (Grupo Puig), Javier Godó (Grupo Godó) y José Creuheras (Planeta).
El texto del manifiesto es rotundo. En primer lugar, a la hora de reclamar un apoyo claro y decidido de la Generalitat, los partidos políticos y el Parlament a los cuerpos de seguridad y, en particular, a los Mossos d’Esquadra. Las instituciones, señala el comunicado, deben ejercer su «autoridad democrática y sus responsabilidades sin complejos, con objeto de recuperar la convivencia y la paz en nuestras calles. Ninguna causa justifica actitudes violentas». Los empresarios exigen cortar de cuajo cualquier nuevo brote de violencia.
Quizás más que cualquier desvarío político por parte del independentismo, el detonante decisivo para propiciar el acto unitario de los empresarios ha sido la imagen de disturbios en las calles de Barcelona, señalada por la empresa catalana, junto a París, como una de las capitales del vandalismo. El miedo a que la imagen de Barcelona ardiendo dificulte la recuperación y cause un daño reputacional, especialmente grave en sectores tan sensibles y nucleares en la economía de la ciudad como el del turismo, ha llevado a la empresa a mover ficha.
Inédita unidad
De hecho, esta inédita unidad empresarial ha llevado incluso a que al acto se sumase la Cámara de Comercio de Barcelona, cuya participación se puso en duda en tanto que la entidad, controlada por el independentismo desde 2019, se resistía a sumarse a una convocatoria que podía leerse, y de hecho se lee así, como una desautorización clara y rotunda a las políticas de la Generalitat. La participación de la Cámara no ha sido fácil, y fue el propio presidente de Fomento, Josep Sánchez Llibre, quien explicó que el concurso de la presidenta en funciones de la Cámara, Mònica Roca, se produjo después de tres días de conversaciones.
En el manifesto aprobado ayer, además de un toque de atención por los disturbios y la falta de contudencia del Govern catalán ante los mismos, se aboga por una constitución rápida y sin dilaciones del nuevo Govern, al que además reclaman estabilidad. La empresa reclama un «ejecutivo estable, cohesionado y activo y que tenga como objectivo principal la recuperación económica de la crisis provocada por la pandemia».
En su intervención, Sánchez Llibre fue rotundo en un mensaje que llegó con claridad. «Nos conjuramos para levantar el país de los efectos económicos y sociales de la pandemia y poner de manifiesto que los radicales antisistema no podrán con la fuerza de una ciudad y un país que quiere ganar el futuro con paz y cohesión social».
En el acto también participó Antoni Cañete, de Pimec, la patronal de la pequeña y mediana empresa y que acaba de celebrar elecciones resistiendo el intento de control por parte del independentismo. Cañete denunció por su parte la catástrofe económica que suponen el cierre de actividades económicas con medidas anti Covid que, denunció, son «arbitrarias y sin sensibilidad económica».
Josep Sánchez Llibre «Los radicales antisistema no podrán con la fuerza de una ciudad y un país que quiere ganar el futuro»
Mover ficha El miedo a que la imagen de Barcelona ardiendo dificulte la recuperación hace a la empresa mover ficha