Junts desprecia a Aragonès y exige rehabilitar a Puigdemont
▶Los del expresidente, que quieren el mismo nivel de poder para el Consell per la República y la Generalitat, impiden la investidura del candidato de ERC
Pere Aragonès encajó la primera sesión del pleno de investidura en el Parlamento de Cataluña, ayer, con pose de saber que Junts no se atreverá a una repetición electoral, pero la derrota en la primera votación y la dura intervención de Albert Batet (Junts), socio en el actual Govern catalán en funciones y con el que negocia su investidura, le augura una legislatura con curvas. De entrada, Junts le recomendó que retire su candidatura –que puede hacer en cualquier momento–, para evitar otra derrota en la segunda votación, prevista para el martes próximo. Tal y como estaba anunciado, Aragonès solo obtuvo, este viernes, el apoyo de su grupo parlamentario, ERC (33 votos), y la CUP (9). Los 32 diputados de Junts se abstuvieron y los 61 de la oposición (PSC, Vox, ECP, Cs y PP) votaron en contra de su investidura.
Una vez resuelto el sentido de la votación, sabido ya unos días antes, lo relevante del debate de ayer era comprobar el grado de discrepancia existente entre Aragonès y Junts. Y, a tenor de las palabras de Batet, no parece que el candidato de ERC lo tenga fácil para conseguir superar el listón de la mayoría simple (más votos a favor que en contra) en la segunda votación. El meollo de la cuestión que separa a ERC y Junts es el papel que debe jugar el ex presidente autonómico, fugado de la Justicia en Bélgica y eurodiputado, Carles Puigdemont, y la nueva hoja de ruta independentista.
Así, para seguir negociando durante los próximos «días y semanas», Batet le espetó a Aragonès: «Le recomendamos, le proponemos formalmente que renuncie a la segunda votación de investidura hasta que no haya un acuerdo entre los 74 diputados independentistas». Una sugerencia que sonó más bien a amenaza y acerca la posibilidad de que se ponga en marcha el reloj de la repetición electoral. Sin embargo, Batet aseguró que su formación es «responsable» y, por lo tanto, «no especularemos sobre unas nuevas elecciones, ni propondremos otro candidato, ni contribuiremos a ningún tipo de mercadeo ni politiqueo».
«Vía de la bifurcación»
Aragonès, respondiendo a Batet y haciendo oídos sordos de la advertencia de este, descartó cualquier renuncia y emplazó a los negociadores de Junts a «reunirse 24 horas al día» con los enviados de ERC para llegar a tiempo al martes. «Estamos muy cerca. Estoy convencido de que lo lograremos», añadió, quitando hierro al asunto.
El hilo conductor de la intervención del presidente parlamentario de Junts fue destacar los dos aspectos que, desde su punto de vista, impiden un acuerdo con ERC. Básicamente, el papel de Puigdemont (al que le imputó «todas las victorias» contra España) y cómo