El alcalde de Palma paraliza la retirada de las calles «franquistas»
▶ Pide al Gobierno balear que revise su polémico censo, con errores de bulto
Cinco días después de intensa polémica y desgaste político, el alcalde de Palma, el socialista José Hila, se ha visto forzado a paralizar el cambio de nombres de 12 calles «franquistas» y pedirá una revisión «urgente y extraordinaria» del censo, tras evidenciarse errores históricos de bulto que han indignado a expertos e historiadores.
Hila toma la decisión tras reconocer que los cambios de varias de las calles afectadas suscitan dudas. En concreto, se refirió a las calles de los almirantes Churruca, Gravina y Cervera –que los operarios ya habían quitado, junto con la de Joan March, Alfambra y Brunete–, además de la calle Toledo y la de Gabriel Rabassa.
Nuevo informe
Estos cambios se mantendrán, aunque se revisarán juntamente con las seis restantes –Castillo Olite, plaza del Bisbe Planas y las calles Toledo, José de Oleza, Gabriel Rabassa y Canonge Antoni Sancho–, a la espera de un nuevo informe que decidirá si hay simbología franquista.
Hila ha remitido un escrito a la Secretaría Autonómica de Memoria Democrática, dependiente del Govern balear de Francina Armengol, solicitando que la Comisión Técnica de Memoria y Reconocimiento Democráticos revise todos los elementos de Palma incluidos en el censo de símbolos, leyendas y menciones franquistas.
Según este censo, las calles de los tres almirantes son «franquistas», a pesar de que dos de ellos murieron más de un siglo antes de la sublevación de 1936 y el tercero, cuando Franco apenas era un niño. En él se argumenta, además, que no se refieren a los marinos sino a los buques de guerra, en contra del archivo del Ayuntamiento de Palma, que dice explícita