El Gobierno relega a Madrid al quinto lugar en el reparto de ayudas directas
▶Pymes y autónomos denuncian desequilibrios: «Hay negocios de primera y de segunda» ▶Canarias, Andalucía y Cataluña recibirán el 46% de los fondos, y la capital, un 9,7% Reparto de las ayudas a pymes y autónomos
La polémica se mascaba desde hace semanas pero ayer se confirmó en el BOE. La Comunidad de Madrid recibirá menos recursos para dar ayudas directas que Cataluña o la Comunidad Valenciana debido al criterio de reparto del fondo de 7.000 millones en ayudas directas aprobado por el Gobierno, que trata de atender el dispar impacto de la crisis por territorios. La distribución deja a Canarias como la principal receptora de estas ayudas, con 1.144,3 millones de euros, seguida de cerca por Andalucía, con 1.109,2 millones, y Cataluña, con 993,2 millones, lo que supone que estas tres autonomías recibirán el 46,38% de esta inyección, mientras que la Comunidad de Madrid se sitúa en el quinto lugar de este reparto, pese al gran impacto de la crisis en la capital, y recibirá 679,28 millones, un 9,7% del total. «A Madrid llegan 101 euros por habitante, a Valencia, 128 y a Cataluña, 130», protestaba ayer el consejero de Hacienda madrileño, Javier Fernández-Lasquetty, quien tildó el reparto de «injusticia» y lamentó un «castigo» por parte del Gobierno a la Comunidad de Madrid, que ya había denunciado en ABC.
El terremoto entre los afectados ha sido prácticamente inmediato y llega cuando aún no se ha disipado el enfado por la exclusión de algunos sectores al plan de ayudas. El presidente de la principal asociación de autónomos, ATA, Lorenzo Amor, denunció que el reparto genera una «gran distorsión» entre los autónomos y pymes de las diferentes regiones. «Habrá autónomos de primera y de segunda, según hayas sido afortunado de tener tu actividad en una comunidad u otra. Unos tendrán más recursos que otros», se lamentó. Las críticas se centran en que la distribución generará situaciones en las que unas comunidades verán escasear sus recursos y a otras les sobrará, una situación de la que ya ha venido alertando también el PP, a través de su diputada Elvira Rodríguez.
Pero, ¿en qué se basa el reparto? «Los criterios para el reparto van en línea con los utilizados por la Comisión Europea
y tienen en cuenta, para el primer compartimento, la caída del PIB, la pérdida de empleo durante la pandemia y el nivel paro juvenil», señala el Ministerio de Hacienda. Es decir, las comunidades más perjudicadas por la crisis son las que más recibe. Sin embargo, comunidades como Madrid cuestionan este punto y aseguran que aún no se conoce la caída del PIB regional. De hecho, esta guía para repartir el fondo europeo React EU ya fue fuertemente criticado por los gobiernos autonómicos del PP pues consideraban que favorecían a las regiones del PSOE.
Fuentes de Hacienda insisten en que para calcular este indicador por comunidades se ha utilizado la estimación que realizó la Autoridad Fiscal (Airef), por lo que atiende más bien a la dispar importancia del turismo. La Airef dejaba a Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía como las que habían sufrido una mayor recesión durante 2020.
En cuanto al segundo compartimento de 2.000 millones de euros, su reparto se realizará de forma proporcional a su peso relativo en la caída en 2020 de los afiliados a la Seguridad Social en términos netos, explica el ministerio. Este indicador se medirá, puntualizan, con la reducción del número medio anual de afiliados en alta entre 2019 y 2020, descontando el efecto del número de trabajadores en ERTE medios en 2020.
Sectores excluidos
En cualquier caso, las ayudas destinadas a la Comunidad de Madrid han suscitado varias polémicas en estos días después de que el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, asegurara en la presentación de campaña del candidato socialista, Ángel Gabilondo, para las elecciones del 4 de mayo que con el adelanto electoral la región madrileña dejaría de recibir estos 600 millones de euros, algo que la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, desmintió. Y la polémica promete seguir