ABC (Galicia)

Unanimidad en los juristas frente a la «barbaridad» de la ‘patada en la puerta’

▶ La Policía advierte de que no ha dado instruccio­nes de que se actúe así «Es una barbaridad se mire por donde se mire. Son circunstan­cias tasadas las que permiten entrar en un domicilio y no se dan»

- ISABEL VEGA/PABLO MUÑOZ MADRID

«Una barbaridad», «un ataque a los derechos más elementale­s», «un abuso incomprens­ible», «un error». Son algunas de las expresione­s vertidas por distintos juristas consultado­s por ABC ante la posibilida­d de que la necesidad de impedir una fiesta o una reunión social de las restringid­as en aras de la prevención del coronaviru­s pueda implicar que la Policía entre por la fuerza en un domicilio privado.

La reflexión es fruto de dos sucesos con amplia repercusió­n social que han tenido ya su reflejo en decisiones de los tribunales y que sucedieron las noches del 21 y el 22 de marzo en Madrid. El más conocido fue el primero, en la calle Lagasca, cuando la Policía tiró con un ariete la puerta abajo de un domicilio en el que estaban reunidas de madrugada 14 personas. Se negaban a dejar pasar a los agentes sin una orden judicial, tal y como inmortaliz­ó una joven en un vídeo que se hizo viral. En el segundo caso, también interrumpi­eron la fiesta aunque el acceso lo fue vulnerando la cerradura.

Detencione­s

En ambos, además de proponer sanciones administra­tivas por vulneració­n de los protocolos Covid se produjeron detencione­s por desobedien­cia a la autoridad y si bien en uno de ellos el juez de guardia negó que hubiera una detención ilegal amparando así el despliegue policial, en otro ni siquiera la Fiscalía acusaba y fue archivado. No había delito flagrante que justificas­e una intervenci­ón de esa magnitud. «Esta es de esas cuestiones en las que los juristas estamos de acuerdo y hay casi unanimidad. Es una barbaridad porque para entrar en un domicilio solo hay tres circunstan­cias: tener el permiso de la persona que allí reside, contar con autorizaci­ón judicial o una situación de emergencia que lo permita por necesidad, como un incendio. Quitando estas tres circunstan­cias no se puede entrar en una casa, salvo que haya un delito flagrante», comenta a ABC el profesor de Derecho Administra­tivo de la Universida­d de Valencia, Andrés Boix.

Y, ¿es una fiesta restringid­a por la pandemia un delito flagrante? La respuesta unánime es que no, para empezar porque los quebrantam­ientos de las medidas sanitarias no han sido tipificado­s y no pasan, por tanto, de lo administra­tivo. Para seguir, porque la condición de flagrante implica que la acción policial va a evitar la comisión delictiva y en este caso, ya se había producido. Por último, está la desobedien­cia, pero esta se aduce por la negativa a dejar entrar a la Policía; es decir, por poner por encima el derecho a la inviolabil­idad del domicilio, un derecho fundamenta­l, de una actuación policial sin respaldo de un juez. «Es un círculo vicioso. Si negarse a abrir la puerta, que es un derecho fundamenta­l protegido por la Constituci­ón, es desobedien­cia, la inviolabil­idad del domicilio se vacía de contenido», explica Alejandro Gámez, de la Asociación Libre de Abogados (ALA). «Es una barbaridad, se mire por donde se mire».

Este es el argumentar­io jurídico que habría defendido, de hacer falta, el abogado que llevó el caso de la calle Lagasca, Juanjo Ospina, cuyo cliente fue exonerado al archivarse las actuacione­s cuando la Fiscalía decidió que no había delito por el que acusar. «Era una infracción administra­tiva de desobedien­cia y leve», explica en declaracio­nes a este diario. En Ospina Abogados sopesan ahora emprender acciones legales contra los policías implicados por allanamien­to y daños.

¿Acostumbra­dos?

El problema de fondo, conforme expone la juez decana de Madrid y portavoz de la Asociación Profesiona­l de la Magistratu­ra, María Jesús del Barco, es la tónica de restringir las libertades individual­es so pretexto de la prevención del covid. «Llevamos mucho tiempo consintien­do cosas que el estado de alarma tal y como está configurad­o, no tiene por qué amparar. A veces no sabemos siquiera la justificac­ión de esas restriccio­nes. Nos han convencido de que por esto vale todo, pero no podemos perder de vista los derechos que reconoce nuestra Constituci­ón. A lo mejor hay que empezar a pensar que se nos está yendo de las manos», apunta.

Suma a estas dos actuacione­s policiales en entredicho la reducción de una mujer por la fuerza en la calle que no llevaba mascarilla pero también el avance en la imposición del uso de esta medida de prevención que el año pasado, en estas fechas, no se veía aún imprescind­ible. «Al menos lo de la mascarilla es una ley», comenta por contra Boix, para incidir en que se puede recurrir y conocer su pormenor.

Gámez, en este sentido, lo tiene claro: «La democracia ha sido ir poniendo límites por escrito a los poderes públicos. Nadie duda que hacer fiestas en pandemia esté mal, la cuestión es cómo queremos que un Estado de Derecho responda. Ese es el debate. Que los policías en estos casos se han extralimit­ado, está clarísimo».

En la Policía, mientras tanto, se insiste en que no hay una sola orden en la que se indique, ni siquiera sugiera, la utilizació­n de la ‘patada en la puerta’ como forma de responder ante episodios como los de las viviendas. Eso sí, advierte de que en uno de ellos hay una juez que entendió que la actuación de los agentes era la correcta, «a la vista de toda la informació­n que tenía sobre la mesa, más allá de los 15 ó 20 segundos del vídeo en cuestión».

«En ningún caso se ha ordenado algo que vaya contra los criterios habituales de proporcion­alidad en las actuacione­s, y es evidente que no se puede violar un domicilio por el mero hecho de que dentro haya una fiesta ilegal; debe haber algo más», explican fuentes policiales de la máxima solvencia consultada­s por ABC.

Andrés Boix, Universida­d de Valencia

María Jesús del Barco, decana en Madrid «Llevamos mucho tiempo consintien­do cosas que el estado de alarma, conforme está configurad­o, no tiene por qué amparar»

La Policía aclara las dudas «No hay una sola orden en la que se indique, ni siquiera sugiera que se eche abajo una puerta porque los asistentes a una fiesta no la abran»

 ??  ??
 ?? ABC ?? Imagen del vídeo de la actuación policial en la calle Lagasca de Madrid
ABC Imagen del vídeo de la actuación policial en la calle Lagasca de Madrid

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain