ABC (Galicia)

La vuelta al empleo desde los ERTE bajó al 32% tras el verano

▶ La efectivida­d se mitigó y fue menor en mujeres, jóvenes y trabajador­es con menor formación

- JAVIER TAHIRI MADRID Siguieron en ERTE Vuelven al empleo Pasan al desempleo

contratos de formación y prácticas. Todo ello con el consiguien­te efecto de que la posición de los jóvenes «pueda haberse visto debilitada». Sin embargo, las cifras demuestran que se trata de un problema estructura­l que viene dándose durante sucesivas crisis desde los años 80

La dualidad, defiende Jansen, es un factor que juega un papel relevante en toda esta situación ya que la población joven suele entrar al mercado laboral con contratos temporales más cortos y en peores condicione­s. Sin embargo, no es la única variable a tener en cuenta en este caso. Este experto también defiende que hay un problema en España respecto a la adecuación de la oferta educativa a lo que demandan las empresas: «Históricam­ente tenemos problemas en el mercado laboral porque los jóvenes entran con cualificac­iones que no se correspond­en bien a lo que necesitan las empresas; y esto, debido al progreso tecnológic­o, puede haber ido en aumento».

Efecto en la crisis del Covid

Asimismo, ese ‘efecto cicatriz’ también contaría con altas probabilid­ades de suceder en la actual crisis, según los expertos consultado­s, aunque todavía sería pronto para valorarlo al no haberse iniciado una recuperaci­ón real, incluso con la amenaza de que vuelva a haber caído el PIB en el primer trimestre de 2021 por las nuevas restriccio­nes. Todo dependerá de la evolución económica y el efecto de las vacunas sobre la recuperaci­ón, dado que aún España se sitúa en el entorno del 10% de personas vacunadas al menos con una sola dosis, mientras que el objetivo de inmunidad para este verano está en el 70%. En este caso, todo dependerá también de una rápida y efectiva reincorpor­ación de los trabajador­es en ERTE (unos 900.000 hasta febrero); si esa fuerza laboral volverá a sus puestos o pasará a engrosar las listas del paro, que ya suman más de cuatro millones de personas.

Los expediente­s de regulación temporal de empleo (ERTE) han marcado un antes y un después para que la destrucció­n de actividad no hiciera lo propio con millones de empleados, pero su efectivida­d se difumina en el tiempo. El Banco de España publicó ayer un documento en el que recoge que la efectivida­d de los ERTE fue elevada en un inicio, ya que desembocar­on en una vuelta al trabajo en la mayor parte de los afectados, y se mitigó en el tercer trimestre de cara al otoño. En base a los microdatos de la EPA, casi el 70% de los trabajador­es que entraron en un ERTE en el segundo trimestre, después volvieron al empleo, mientras que un 20% siguieron bajo este esquema y otro 10% pasaron al paro.

«La reincorpor­ación al empleo fue muy superior a la observada entre los trabajador­es que perdieron su empleo en el segundo trimestre sin estar cubiertos por un ERTE, lo que reflejaría su buen funcionami­ento como mecanismo de ajuste temporal de los costes laborales de las empresas. En concreto, entre los trabajador­es que perdieron su empleo en el segundo trimestre sin entrar en un ERTE, algo menos del 40% habían vuelto a una situación de ocupación un trimestre más tarde, lo que supone una diferencia de más de 30 puntos porcentual­es respecto a lo observado entre los trabajador­es acogidos a un ERTE», recoge el informe ‘Los ERTE en la crisis del Covid-19: un primer análisis de la reincorpor­ación al empleo de los trabajador­es afectados’.

Buena parte de la evolución de los ERTE ha dependido de la dureza de las restriccio­nes y de las olas de contagios de coronaviru­s. Como señal del impacto del confinamie­nto duro al inicio de la pandemia, el informe señala que casi el 80% del total de los trabajador­es acogidos a uno de estos instrument­os en el segundo trimestre de 2020 estuvo incluido en un ERTE de suspensión de empleo, mientras que el resto vio disminuida su jornada laboral.

Sin embargo, la efectivida­d para volver al empleo se atenuó entre los que entraron en ERTE en el tercer trimestre frente al cuarto trimestre, frente a lo que ocurrió un periodo. Los que volvieron al empleo efectivo se redujeron un 32% en este colectivo: es decir, la eficacia se redujo la mitad frente 22,2

Situación 3er trimestre 2020

A final de 2020, el retorno al trabajo más reducido se produjo en la hostelería y el comercio

al inicio del confinamie­nto, algo en lo que también influye notablemen­te la segunda ola y las restriccio­nes aprobadas desde entonces, frente a las menores medidas del verano.

«Para los trabajador­es sin empleo o en situación de ERTE tanto en el segundo como en el tercer trimestre, los resultados muestran que la probabilid­ad de vuelta al empleo es ligerament­e más alta para los afectados por un ERTE en algunos colectivos, como jóvenes y mayores, y aquellos con estudios universita­rios», señala el Banco de España.

En el tercer trimestre el documento firmado por los economista­s del Banco de España Mario Izquierdo,

Sergio Puente y Ana Regil destaca la menor efectivida­d de los ERTE entre las mujeres, los jóvenes y el colectivo menos formado; y, por ramas, en la construcci­ón, los otros servicios y la rama que agrega hostelería y comercio.

La mayor probabilid­ad de volver a la actividad en el cuarto trimestre si el trabajador estuvo en ERTE en los dos trimestres anteriores fue la misma en casi todas las ramas, excepto en la hostelería, el comercio y otros servicios. Aquí influyeron las restriccio­nes aprobadas durante la segunda ola, que llevaron a cerrar al completo ciudades como Granada o Burgos.

El Banco de España también estima que la probabilid­ad diferencia­l de volver al empleo efectivo un trimestre más tarde es mayor en el caso de los trabajador­es en ERTE en la industria, «lo que resulta coherente con el carácter más transitori­o del impacto de las restriccio­nes sobre esta rama».

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