La fusión UnicajaLiberbank avanza con recelos por el futuro
▶ Los accionistas dan hoy luz verde a la unión con el clima enrarecido en Málaga
Las juntas generales de accionistas de Unicaja Banco y Liberbank se reúnen hoy para dar el visto bueno al proyecto de fusión que sus consejos de administración aprobaron sobre la campana en diciembre de 2020. Se trata de un paso más hacia una unión conseguida al segundo intento. Que servirá para crear el quinto banco español. Contemplada como imprescindible ante la necesidad de ganar tamaño. Pero que paradójicamente en Málaga, sede de la entidad absorbente, ha generado un clima enrarecido ante las dudas en torno a cuál será el futuro del banco resultante.
Tanto en Málaga como en Madrid, las dos reuniones se desarrollarán de manera telemática. Y no se espera ninguna sorpresa. En el caso del banco malagueño, sus accionistas también tienen que dar luz verde a la renovación parcial del consejo de administración de la firma resultante, que quedará integrado por un total de 15 miembros y estará presidido por el actual presidente de Unicaja, Manuel Azuaga, que tendrá como segundo al actual consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez. Ocho de los consejeros lo serán a propuesta de Unicaja y cinco, de Liberbank.
El ‘sí’ de los accionistas se producirá precisamente a los pocos días de que Caixabank y Bankia hayan terminado del todo su periplo para ser una entidad. En el caso de Unicaja y Liberbank, aún restarán las autorizaciones regulatorias preceptivas, que previsiblemente se darán entre junio y julio próximos. En las juntas, se ha de aprobar asimismo el reparto de dividendo para este año, después del parón de 2020 al que obligó el Covid.
Y, ¿por qué entonces los recelos, ante una fusión que además presenta notables complementariedades, pues apenas hay solapamientos territoriales entre las dos organizaciones?
Todo parte del modo en que terminó cerrándose el reparto de poder y el enfrentamiento que ello generó entre la actual cúpula de Unicaja Banco y quien comanda la fundación bancaria que es su máxima accionista, Braulio Medel. Un enconamiento que a punto estuvo de dar al traste con la operación.
Desde las oficinas más nobles del banco se acusa al que fuera presidente
En qué posición del mapa queda la nueva entidad?
Con 109.000 millones de euros en activos, dará lugar al quinto banco español, sólo por detrás del gigante constituido por Caixabank y Bankia, BBVA, Santander y Sabadell.
¿Cómo se llamará el nuevo banco?
Continuará llamándose Unicaja, aunque en los territorios donde Liberbank es más fuerte se reserva seguir operando con esa misma marca comercial.
¿Dónde tendrá su sede principal?
Estará en Málaga, pero el acuerdo recoge también que existirán otras sedes operativas en Madrid y Oviedo.
¿Habrá salidas y cierre de sucursales?
Seguro, pero aún no están cuantificados públicamente. El escaso solapamiento entre los dos bancos hará menos drástico el ajuste que en otras fusiones. durante dos décadas y media de haber permitido un acuerdo que, si no se remedia, puede hacer que el centro de decisión de la nueva entidad bascule hacia Madrid dentro de dos años, cuando se jubile Azuaga. Entonces, tal y como piden los reguladores, será el ‘número dos’ del banco el principal ejecutivo del mismo. Y ése es Menéndez, que tendrá que someter su permanencia a votación del consejo. El nuevo presidente tendrá funciones exclusivamente representativas.
No se trata de meros celos territoriales. La inquietud principal en Málaga va más allá. Y radica en la posibilidad de que si el timón lo llevan otros, se pierdan las señas de identidad que han caracterizado a Unicaja de forma secular. Una de ellas. la disposición de continuar su camino en solitario como banco de mediano tamaño dando servicio a los territorios en los que es fuerte. Especialmente Andalucía. En román paladino, existe pavor a que pudiera aceptarse la primera operación corporativa que se planteara y Unicaja terminara engullida con sus principales centros de decisión en la lejanía.