Caballero y Miñones escenifican su sintonía y eluden las críticas
Casi como un mero trámite tras conocerse la noticia el lunes, el Consejo de Ministros formalizó ayer el nombramiento de José Miñones como nuevo delegado del Gobierno en Galicia, en sustitución de Javier Losada. Presto a la foto, el líder del PSdeG convocó a los medios de urgencia para dejarse ver con Miñones en la Alameda compostelana y acallar así las numerosas lecturas que sitúan la mano de
Ferraz detrás de este nombramiento para enseñarle la puerta de salida.
Uno y otro se cruzaron promesas de lealtad para los tiempos que están por venir. Miñones esquivó cualquier lectura orgánica de su cargo —solo tuvo palabras de agradecimiento para sus vecinos de Ames—, y Caballero quiso disipar las voces que lo ubican entre sus críticos, «los rumores típicos en este tipo de procesos». «Lo que puedo decir es que he sentido siempre su lealtad, con matices y cuestiones», proclamó, «en ningún momento ha habido entre nosotros ninguna divergencia de fondo grave; tengo con él una relación cordial y fluida».
Desde la Xunta, cara y cruz para el delegado entrante y el saliente. Alberto Núñez Feijóo telefoneó ayer a Miñones para felicitarle por su nombramiento y desearle «muchos aciertos en esta nueva etapa», según informó el gobierno gallego. El presidente, además, recibió a Javier Losada «para agradecerle su trabajo y colaboración de los últimos años». El vicepresidente Alfonso Rueda, en declaraciones a Ep, lamentó que Losada no ejerciera «de interlocutor más directo» con el Gobierno de España.